La operación de 260 millones de Florentino Pérez para dinamitar el Real Madrid

La propuesta de última hora del presidente a Zidane que lo cambia todo

Florentino Pérez y Zinedine Zidane tiene un problema. Pero no con el Real Madrid, sino entre ambos. El pulso entre el presidente y el técnico está echado.

No es ningún secreto que el entrenador francés quiere a Paul Pogba en su nuevo proyecto. Junto a Eden Hazard es la otra exigencia del míster. Le considera imprescindible para conseguir los objetivos que le han impuesto desde la planta noble del Santiago Bernabéu para esta temporada.

Zidane exige a Pogba

Un fichaje que el técnico ya le trasladó al mandatario cuando retomó las riendas del conjunto blanco en le tramo final de la temporada. Zizou reclamó poder de decisión en la plantilla para regresar al Madrid y entonces Florentino accedió a ello.

Pérez, por su parte cedió a la mayoría de sus peticiones. Accedió a mantener a Karim Benzema en la plantilla y renunciar a un delantero de primera línea que le pudiera plantar cara. Y también al fichaje de Eden Hazard, así como en la salida de algunos jugadores. El único que queda por salir es Gareth Bale, pero el del galés es un caso aparte.

Gareth Bale canada

Florentino Pérez no mueve ficha por Pogba

Al margen de ello, a día de hoy no hay noticias del fichaje de Pogba. Florentino nunca ha terminado de verlo claro y no ha movido los hilos suficientes para hacerse con el fichaje. Un hecho que demuestra que desde el Madrid no se han planteado el fichaje de Pogba es que a Bale le pidieron en 2013 que reclamara el transfer request, pero a al galo le han dicho que no mueva ficha.

Por un lado, por la elevada cifra que reclama el Manchester United por su fichaje. Piden 180 millones de euros. Y de ahí no se mueven. Además, mantener la elevada ficha de Pogba crearía un desequilibrio brutal en la escala salarial de la plantilla. En dos días el dirigente tendría a pesos pesados como Sergio Ramos o Karim Benzema haciendo cola reclamando su mejora.

Tampoco le hace gracia al ‘presi’ lo que corre acerca del carácter del francés, considerado por muchos un jugador un tanto conflictivo. Ni hacer tratos con Mino Raiola. Las operaciones con el agente italiano siempre se cierran con sobreprecio. Sin ir más lejos, se comenta que 22 millones de los 180 que reclama el United serían para su bolsillo.

Insiste en Eriksen

Pero del mismo modo que no es un secreto que Zidane quiere a Pogba, tampoco lo es que Pérez prefiere a Christian Eriksen.

Christian Eriksen Bayern

El danés sería un fichaje mucho más asequible. La operación podría cerrarse en torno a los 80 ‘kilos’. El centrocampista termina contrato en junio de 2020 y ya ha rechazado dos ofertas de renovación del Tottenham. Y si los Spurs no lo dejan salir este año, se marchara el que viene con la carta de libertad.

Además, desde Chamartín ya le han hecho llegar las condiciones al jugador, que ya ha dado el “ok” al cambio de aires.

Florentino, entre la espada y la pared

Pero Florentino no puede tirar por la tangente y fichar a Eriksen. Sería tomado por Zidane como un desafío. Confirmaría que desde la T4 del Santiago Bernabéu han pasado de Pogba y de las peticiones del técnico.

Así, la mejor opción pasa por dejar pasar los días hasta que cierre el mercado de fichajes de la Premier League y olvidarse de ambas operaciones.

La propuesta de Florentino a Zidane en las últimas 24 horas

Antes, sin embargo, Florentino intentará quemar todas las naves. Quiere a Eriksen sí o sí y ha lanzado una última propuesta a ZZ. Y no es para dejarla correr.

El mandatario le propone a Zidane ir a por Eriksen ahora que costaría unos 80 millones y que se olvide del crack de los red devils. A cambio, le promete invertir los 180 millones que costaría el galo (y lo que tuviera que añadir) en fichar a Kylian Mbappe el año que viene. Una operación doble de 260 millones (más lo que cuelga) que sería redonda para todos.

El míster, no obstante, no termina de verlo claro. ZZ prefiere pensar en el presente y en la temporada que se le viene encima. Y es que sabe que si la cosa no va bien, probablemente el año que viene no siga. Y ya no habrá promesa que valga. Florentino tiene los días contados para convencerlo.