La llamada de Florentino Pérez que deja a Zidane muerto en el Clásico

El presidente del Real Madrid empieza a sondear relevos para el banquillo blanco

Zinedine Zidane fue flor de un día. Siempre se dijo que tenía flor en el culo y cada vez más predomina esa idea en el Santiago Bernabéu.

El entrenador del Real Madrid quiso jugar en el Clásico a eso: a hacer de entrenador. Y se llevó el varapalo más fuerte de su carrera.

En lugar de apostar por el once habitual que se ha ido consolidando en el primer tramo de la temporada, con Isco Alarcón al frente, quiso hacer un experimento. Y le explotó en los morros.

El galo apostó por Mateo Kovacic en el doble pivote junto a Casemiro. El objetivo del técnico no era otro que parar a Leo Messi. Pero no lo consiguió.

El Madrid encerró al Barça. Lo puso contra las cuerdas en el primer tiempo con una presión alta, asfixiante, que hizo pasar apuros a Ter Stegen. Incluso marcaron un gol, bien anulado.

El segundo tiempo fue una película totalmente diferente. El Barça aprovechó mejor los espacios, combinó mejor y sacó rendimiento al desgaste físico del Madrid.

Y Florentino Pérez terminó con un enfado monumental. Los blancos se han dejado ya ocho puntos en el Bernabéu en 17 jornadas.

Low y Conte, las alternativas a Zidane

El presidente blanco no ha tardado en descolgar el teléfono. Está moviendo hilos por si se complican las cosas. Habrá que atar un posible relevo para Zidane.

Su candidato principal desde hace años es Joachim Low, que podría dejar la selección de Alemania tras el Mundial de Rusia. Pero tiene otra alternativa: Antonio Conte.

El presidente cree que Zidane ya es mayorcito para jugar a ser entrenador y que no todo vale. Poner a Kovacic en el once fue un sacrilegio. Jugar en casa a defenderse de un Barça inferior.

Una vergüenza. Algo inédito. El Madrid tenía que cubrirse las espaldas con Mourinho, porque el Barça de Guardiola era infinitamente superior.

Pero han cambiado las cosas. Este Madrid es mucho más fuerte nombre por nombre. Y el galo dejó en el banquillo a Gareth Bale, Isco Alarcón y Marco Asensio. Para hacer el ridículo.