La bomba de Zidane no es Pogba: “Florentino Pérez no se lo cree” (y es una salvajada)

El técnico manda un recado inamovible a los responsables del Real Madrid

El tiempo se agota. En 48 horas el mercado de fichajes bajará la persiana y lo que tenga cada equipo es con lo que tendrá que tirar, al menos, hasta el 1 de enero, cuando se abra el mercado invernal.

Dos días frenéticos en los que la actividad en los despachos será frenética. Y uno de los más calentitos será el del Real Madrid. En la Chamartín no dan la plantilla por cerrada y, como ha dicho Zinedine Zidane en rueda de prensa, puede producirse “una o dos bombas”. Y son varios los frentes que tiene abiertos Florentino Pérez.

Los affaires del Real Madrid

Uno de ellos es Paul Pogba. El galo es la exigencia del técnico. El centrocampista francés es la pieza que cree que necesita para apuntalar la medular. Está convencido de que es el engranaje que hará funcionar la complicada maquinaria blanca.

Paul Pogba | EFE

El míster ha pedido por activa y por pasiva su llegada y se comenta en los pasillos del Santiago Bernabéu que en la planta noble estarían preparando una última oferta por el red devil.

Otro de los nombres que está sobre la mesa es el de Christian Eriksen. El danés es el equivalente a Pogba que quiere Florentino Pérez.

Christian Eriksen | EFE

El futbolista ya ha dado el “ok” y solo faltaría llegar a un acuerdo con el Tottenham, que tampoco pondrían demasiada oposición con tal de evitar que el jugador, que termina contrato en junio de 2020 , se marche el año que viene con la carta de libertad.

Donny van de Beek es otro de los objetivos tanteados. El holandés, como Eriksen, también ha dado luz verde a las condiciones que le ofrece el Madrid. Y a diferencia del Tottenham, el Ajax ya le ha puesto hasta precio.

Donny Van de Beek | EFE

Neymar sigue en lista

Todo ello sin olvidar a Neymar, el gran deseado de Florentino. El presidente sigue muy atento a lo que ocurre en las conversaciones entre el Barça y el PSG, preparado por si se presenta la oportunidad de intervenir y agenciarse el fichaje.

Sin embargo, el técnico no se lo está poniendo fácil al mandatario. Y todo apunta a que el Real podría quedarse tal y como está, pese a tener varias conversaciones abiertas.

El míster le ha dejado claro a los responsables que no quiere ni a Eriksen ni a Van de Beek. La única opción que acepta es la de Pogba. Y si no es el francés, no quiere a ningún otro en la plantilla. Ceder en este pulso significaría perder todo el terreno ganado en su poder de decisión sobre la plantilla. Sería permitir al ‘presi’ salirse con la suya.

La advertencia de Zidane

Pero más que en el fichaje de Pogba, el míster insiste en el veto a Neymar. ZZ no quiere ver ni en pintura al brasileño. Y tiene más de un motivo.

Por un lado, su llegada crearía un conflicto con Eden Hazard. El belga es el fichaje de Zizou, Neymar el de Florentino y ambos juegan en la misma posición. La presencia de ambos sería la reproducción del pulso entre presidente y entrenador al seno del equipo.

Por otro, el sueldo que exigiría el carioca desequilibraría peligrosamente el ecosistema salarial de la plantilla. Y Zidane no quiere incendios con Sergio Ramos, Karim Benzema, Luka Modric y compañía.

La bomba de Zidane

Aunque lo que más pesa al entrenador son los rumores que circulan por París acerca de su estado físico. “No está bien”, aseguran en la capital gala, donde aseguran que las lesiones que viene sufriendo en los últimos años se seguirán reproduciendo. Por ejemplo, la que última que sufrió en el pie derecho y que ya es la tercera vez que la sufre.

Sospechas que señalan en Madrid que Florentino, que sigue pensando en su fichaje, “no se cree”, pero que hasta los expertos han reafirmado en medios franceses.

Según recogió recientemente Le Parisien, el doctor Eric Rolland, que recientemente dejó de ser director de los servicios médicos del PSG, habría declarado que “el pie de Neymar es demasiado delgado y el riesgo de recaída en el quinto metatarsiano es muy probable”.

Neymar | EFE

Unos problemas físicos que tampoco pinta que irán a mejor dada la vida social demasiado activa que se conoce que lleva el jugador fuera del club francés y que llevaba en Barcelona, con sus viajes a Brasil y demás. La cúpula está advertida.