James Rodríguez remata al Real Madrid con un mensaje bomba

La derrota del pasado sábado ante el FC Barcelona en el Clásico ha dejado muy tocado al Real Madrid. Los blancos llegaban al importante partido con la necesidad imperiosa de ganar si no querían ver como la Liga se escapaba.

Pero los tres puntos se quedaron en el casillero del conjunto de Ernesto Valverde que pasará las fiestas de Navidad a nada más y nada menos que 14 puntos de los merengues.

Pese a haber disputado un partido menos, la diferencia de puntos parece ya insalvable. Y claro, ante esta situación son muchos los que han puesto los ojos en el que consideran el principal culpable de la situación: Zinedine Zidane.

James acierta

Uno de ellos ha sido James Rodríguez. El que fuera jugador del Real ya avisó hace meses a Florentino Pérez que el entrenador francés no estaba capacitado para gobernar un barco tan grande como es el del club blanco.

Y ha acertado. Según el colombiano, Zinedine no está preparado para aguantar los malos momentos. Cuando todo le va de cara, bien, pero cuando la cosas se pone fea, como ahora, el globo de Zizou se desinfla.

De hecho, ya hace varios meses que el Madrid da síntomas de ir en caída libre. Empezando por el pasado verano, cuando la planificación deportiva (en la que el míster participó activamente) fue un desastre, y acabando por los errores en las alineaciones que les han costado más de un disgusto a los aficionados.

De hecho, este mismo mensaje es el que le dijo hace pocos días Mourinho a Florentino: Zidane es la manzana podrida del Madrid.

Ya hay alternativas

Pero Pérez no necesita que venga nadie de fuera (ni de dentro) para decirle lo mal que van las cosas. Ya tiene la experiencia suficiente para saber que algo falla. Y ha preparado la solución.

Si el club acaba el año en blanco, sin ningún título, el presidente cuenta con dos balas en la recámara: Joachim Löw y Antonio Conte. El alemán es el que más gusta en los despachos del Bernabéu, pero si falla, el del Chelsea será la alternativa.

En cualquier caso lo que James ha querido dejar claro, tal y como hizo también Mou, es que o bien el máximo dirigente merengue le da una vuelta a la posición de entrenador, o el barco se acabará de hundir. Y no falta mucho.