Isco o la oferta de 120 millones para junio (y Florentino Pérez cierra la venta)
El presidente pone el lazo al andaluz
Malos momentos. Isco Alarcón atraviesa sus peores meses en el Real Madrid. El andaluz está en el punto de mira como nunca desde que llegó a Chamartín en el 2013.
El rendimiento del centrocampista está dejando muchísimo que desear. No es ese jugador decisivo y clave que los responsables esperaban que fuera. Muchos esperaban que esta temporada diera por fin ese paso adelante. Pero nada más lejos de la realidad.
Decepción dentro y fuera del campo
Un bajón deportivo que muchos apelan a su estado físico. Apuntan en Madrid que Isco regresó de su operación de apendicitis con “sobrepeso”, y tampoco es que haya intentado poner remedio al asunto en las últimas semanas.
A todo ello se suma el episodio de Halloween, cuando su pareja Sara Sálamo colgó una foto en las redes sociales en la que aparecían los dos y su hijo disfrazados, preparados para pasar una noche de ‘miedo’. Y es que la instantánea apareció en la red mientras el Madrid jugaba la ida de los dieciseisavos de la Copa del Rey contra el Melilla (0-4).
Además, lejos de pedir disculpas, justificó que la foto fue tomada en otro momento, mediante otra publicación en Instagram.
Se dice que para aquel partido, que era el estreno de Santiago Solari, Florentino Pérez pidió a Sergio Ramos que todos los pesos pesados viajaran a Melilla, en una muestra de unidad y apoyo al nuevo técnico. Pero Isco se quedó en la capital.
Florentino pone precio a Isco
Tal es la decepción en el club blanco que Florentino lo tiene decidido. Isco, hoy por hoy, no puede seguir en el Real Madrid. Si nada cambia a corto/medio plazo, será el propio dirigente el que le ponga el lazo. Y ya le ha puesto hasta precio. Si llega un equipo con 120 millones de euros, Florentino empaqueta a Isco. En el Madrid no le esperan más.
Una cantidad con la que el ‘presi’ ya se está frotando las manos. Sería una buenísima forma de empezar a construir el nuevo proyecto.
Y cuidado, porque tampoco moverán un dedo en el vestuario. Allí, como dijo el periodista Juan Luis Galiacho, algunos le consideran como un “traidor”. Al andaluz no le quedan aliados. Isco lo tiene crudo.
