Isco no se habla con un crack del Real Madrid (y con otro está a matar)

El malagueño gana peso y enemigos en la plantilla

Isco Alarcón es, con todo derecho, una pieza clave en el Real Madrid. El mediapunta llegó tras protagonizar una espectacular temporada en el Málaga CF con el aura de ser un jugador diferente, especial.

Pese a convertirse en un ídolo de la afición nada más aterrizar en el Santiago Bernabéu, el papel del malagueño ha sido irregular hasta el final de la pasada temporada. A sus destellos de clase no conseguía sumarle constancia y trabajo, y eso suponía que entrara y saliera del once constantemente.

El año pasado, Isco comenzó siendo el líder de la segunda unidad de Zinedine Zidane, pero con la lesión de Bale, se subió al barco de la titularidad y ya no ha vuelto a bajarse.

Su importancia en el esquema del Madrid es ya indiscutible y se ha visto recompensada con una subida de sueldo que le reconoce como uno de los futbolistas clave en el equipo. Y con su nuevo estatus, Isco no esconde su distancia con dos pesos pesados del vestuario.

Dos estrellas en su punto de mira

Para que Isco pudiera subir un escalón en la jerarquía salarial, James Rodríguez ha tenido que salir del Real Madrid. La salida del colombiano, no obstante, no contó con la aprobación de un Cristiano Ronaldo que siempre lo prefirió por encima de Isco.

El portugués comparte agente con James y también se hicieron amigos mientras compartieron vestuario. Por ese motivo, Ronaldo mostró su apoyo al cafetero cuando peor lo pasó e incluso abogó por dar salida a Isco.

Por ese motivo, el español tiene una relación con el siete blanco que no pasa de lo estrictamente profesional. Es frío, pero conviven. Mucho mejor que lo que ocurre con Gareth Bale.

El galés es un jugador frío y distante que en ningún momento se ha integrado completamente en el vestuario merengue. Con sus lesiones y la constante posibilidad de acabar saliendo de Chamartín, además, ha empeorado su poco trato con Isco.

El de Arroyo de la Miel es el principal beneficiado por el declive de Bale y ambos lo saben. La competencia interna entre ambos pasa por un momento de mucha tensión y no puedes ni verse. Cuando el de Cardiff vuelva al equipo, Zidane tendrá que hacer malabares para contentar a los dos jugadores.