Isco lo pilla llorando. (O el crack del Real Madrid que no puede más)

No todos los jugadores blancos celebraron de igual manera el pase a semifinales

Euforia. Los jugadores del Real Madrid abandonaron el césped en medio de una gran alegría. El penalti in extremis que transformó Cristiano Ronaldo catapultó a los blancos hacia las semifinales de la Champions League.

El luso cambió el guión de la historia en el tiempo de descuento, cuando todo apuntaba a que el partido se iría a la prórroga, después de que la Juventus de Turín lograra empatar la eliminatoria anotando tres goles a Keylor Navas.

La gota que colma el vaso para Keylor Navas

Precisamente, el cancerbero blanco es uno de los que no compartía la alegría de sus compañeros. El costarricense era consciente de que los blancos estuvieron a punto de caer eliminados por su culpa.

Keylor Navas juventus

El guardameta lleva toda la temporada en el punto de mira. El tico está firmando su peor temporada desde que llegó al Real Madrid.

Navas, de más a mucho menos

En su primera temporada, la 2014-15, fue el suplente de Iker Casillas, pero en la temporada siguiente, después de la salida del de Móstoles y de que su salida al Manchester United no llegara a buen puerto por culpa del episodio del fax, asumió la titularidad del Madrid.

 Así, en la campaña 15-16 encajó 31 goles  en 45 partidos. Unos registros muy dignos para un portero del Madrid, Pero su rendimiento bajó en la temporada 16-17, en el que encajó 50 tantos en 41 choques. En esta la cosa no va mejor: Keylor acumula 41 goles en 37 partidos.

De ahí que su gesto este miércoles no fuera el de alegría como el resto de sus compañeros. Todo lo contrario. Navas era consciente de que estuvo a punto de acabar con la trayectoria del Madrid en la Champions League.

Keylor Navas firma su sentencia

Keylor es consciente de que pudo hacer algo más en los dos primeros goles y que el tercero, el que empataba la eliminatoria, llegó por culpa de un error garrafal que él mismo cometió.

Tanto es así que no pudo contener las lágrimas al llegar al vestuario, tal y como vieron algunos de sus compañeros como Isco Alarcón o Marco Asensio. Allí, lejos de las cámaras, el meta dejó ir toda su rabia y su decepción, y es que si ya estaba cuestionado en el Real, donde Zidane era uno de los únicos defensores que le quedaba, la actuación contra la Juventus puede haber firmado sus sentencia de cara a la próxima temporada.