Hazard tiene la primera pelea (y de las gordas) en el Real Madrid (y mucho ojo con quién)

Las intenciones del belga que incendian el vestuario

Se avecina un problema gordo en el Real Madrid. Y el protagonista es Eden Hazard. La llegada del belga puede ser el inicio de un conflicto en el vestuario que podría tener muy mal final. El motivo es simple, pero las consecuencias pueden ser graves.

El asunto tiene que ver con qué jugador será el encargado de tirar los penaltis en el Madrid la próxima temporada. Por galones le tocaría a Sergio Ramos. El de Camas se hizo amo y señor de esta carpeta cuando Cristiano Ronaldo hizo las maletas. Y sus intenciones pasan por seguir cumpliendo con este papel.

Sergio Ramos | EFE

Zidane y Hazard se alían contra Sergio Ramos

Sin embargo, Zinedine Zidane no tiene la misma idea. El técnico galo quiere que sea Hazard el encargado de lanzar las penas máximas Zizou quiere que su fichaje sea líder también en esta parcela. Y no solo él.

El propio crack belga quiere ser el responsable de ejecutar los penaltis. Ya lo era en el Chelsea y quiere seguir siéndolo. Y no solo por adquirir protagonismo. En su contrato existe una cantidad importante en variables que tienen que ver con los goles que anote a lo largo de la temporada. Y Eden quiere sumar el máximo en su nómina.

«Si me pide que tire los penaltis…, pero no creo que lo haga», bromeó el media punta cuando le preguntaron sobre el asunto durante la rueda de prensa de su presentación, insinuando que no era un asunto que le preocupara. Pero es algo que tiene muy en mente.

Hazard quiere desbancar a Ramos

El delantero no presionará durante las primeras semanas. No quiere caldear el ambiente antes de tiempo y protagonizar en el Santiago Bernabéu una episodio como el que escenificaron Edinson Cavani y Neymar Jr cuando el brasileño llegó al PSG y en medio de un partido se pelaron por lanzar un penalti.

Pero sus intenciones a medio plazo pasan por ser el nuevo Cristiano a la hora de tirar faltas y penaltis. El ex del Chelsea ha llegado a Chamartín para ser un líder, no un lacayo de las vacas sagradas.