Gareth Bale se ríe de Zidane (y lo tienen que agarrar): o lo que pasó (y Florentino Pérez tapa)

El delantero galés firma su sentencia definitiva en el Real Madrid

La gota que colma el vaso. Gareth Bale firmó su sentencia en el Real Madrid en el descanso del partido de vuelta de los  cuartos de final contra la Juventus de Turín disputado este sábado en el Santiago Bernabéu.

El delantero entró en el once titular, pero Zinedine Zidane decidió sentarlo en la media parte para dar entrada a Marco Asensio y a Lucas Vázquez. La actuación de Bale estaba dejando mucho que desear y Zizou decidió que fuera uno de los sacrificados. Algo que no gustó nada al británico.

Estalla la guerra entre Bale y Zidane

Apuntan fuentes internas del vestuario que la cara que le puso Gareth a Zidane cuando conoció la noticia fue de escándalo, con una sonrisa irónica, y que incluso intercambiaron algunas palabras que no han trascendido.

De hecho, el de Cardiff ni siquiera salió en la segunda parte a seguir el partido junto a sus compañeros a pie de césped. Bale prefirió quedarse en la sombra, escondido en el vestuario blanco.

Una actitud que contrasta con la de un Sergio Ramos que estuvo apoyando al equipo hasta el último minuto, jugándose incluso una sanción de la UEFA, pues al estar sancionado no podía estar ni en el pasillo de vestuarios.

Zidane y Florentino sentencian a Bale

Una actitud que no gustó nada al míster que, afirman, ha sentenciado definitivamente al ‘11’ blanco. Y Zidane no es el único que lo ha hecho. Florentino Pérez no ha dicho una palabra sobre el asunto, pero sabe muy bien lo que ocurrió en el descanso contra la Juve y no tolerará ni un día más actitudes como esta.

El galés ya estaba en el punto de mira de un importante sector de los responsables, después de que en casi cinco años en Chamartín no haya dado el paso adelante que se esperaba de él cuando llegó procedente del Tottenham.

El británico debía ser el relevo generacional de Cristiano Ronaldo. De hecho, Florentino Pérez lo fichó porque el luso era una operación de Ramón Calderón, su predecesor, y el mandatario quería que el jugador franquicia del equipo fuera un fichaje suyo.

Pero Bale nunca ha llegado a asumir el rol que en el Real tenían preparado para el galés. El que haya estado más de un año de baja desde que viste la camiseta blanca tampoco ha ayudado. En este sentido, apuntan algunos en el club que sus problemas físicos han derivado en psicológicos y que no volverá a ser el mismo hasta que logre escapar de la presión que sufre en el Madrid.

Con todo, muchos de los responsables entre el cuerpo técnico y los directivos consideran que su actitud se acerca a lo intolerable e inadmisible, y s ya tenía un pie y medio fuera del Madrid, el suceso del pasado miércoles no hace más que empujarlo del todo hacia la puerta de salida.