Gareth Bale se ríe de todos: ojo a como lo pillan (y Florentino Pérez no sabe dónde meterse)

El galés dejó claro hasta donde llega su implicación con el Real Madrid

Nefasto. Gareth Bale firmó otra actuación lamentable  en el choque que disputó el Real Madrid en el estadio del Levante este sábado (2-2).

El galés fue un lastre para el equipo. Apenas tocó balón y nunca estuvo donde requería el partido. Parece que el futbolista es incapaz de superar los miedos a volverse a lesionar y de nuevo se vio la versión más estéril del británico.

Zidane interviene

Zinedine Zidane perdió la paciencia con el galés y lo sustituyó en el minuto 66 por Isco Alarcón, cuando el marcador todavía reflejaba el 1-1.

Un cambio que surtió su efecto. El Madrid recuperó el 4-4-2 y protagonizó los mejores minutos del encuentro, que terminaron con 1-2 anotado por el andaluz.

La decisión del míster no sentó nada bien al de Cardiff. Como Cristiano Ronaldo, se lo tomó como una acusación en público, y no hacía más falta que ver la cara de ambos cuando ocuparon el banquillo.

Sobre todo porque los señalados fueron ellos y no el protegido del técnico, Karim Benzema, que también volvió a tener una aportación nula en el partido.

Cristiano Ronaldo pone el grito en el cielo

A Cris se le vio mosqueado, realizando gestos y diciendo de todo. Y es que aunque no le salgan las cosas, CR7 tiene sangre en las venas. Incluso se le vio desafiando a las cñamaras de televisión por estar enfoncando al banquillo.

 

Para colmo, segundos después de abandonar el terreno de juego los granota empataban, lo que ponía aun más de punta al delantero luso.

Cristiano Ronaldo levante

Bale pasa de todo

No como un Gareth Bale al que se le vio una actitud totalmente diferente. El extremo se mostró como si la cosa no fuera con él, totalmente ausente e indiferente a lo que estaba ocurriendo en el terreno de juego, e incluso algunos señalan que podría haber estado hurgando en el móvil.

Gareth Bale pasa levante

Todo ello mientras sus compañeros veían como no podían pasar del empate en el Ciutat de València y firmaban un ridículo más de una temporada lamentable, y con un Florentino Pérez que no sabía dónde mirar al ver el pasotismo de una estrella por la que ha apostado a pesar de las voces que siempre tuvo en contra y de las continuas lesiones con las que suma más de un año de baja en el Madrid.