Gareth Bale mete en la nevera la renovación con el Real Madrid

El futbolista galés habla con goles sobre el terreno de juego y no tiene prisa por firmar

Gareth Bale ha dado un golpe sobre la mesa. Pero lo ha hecho fiel a su estilo. Sin gritos ni palabras altisonantes. Simplemente, con goles decisivos sobre el terreno de juego. Asumiendo galones en ausencia de la supuesta estrella del equipo, Cristiano Ronaldo. El futbolista galés se exhibió con dos buenos goles en Anoeta para liderar la victoria del Madrid sobre la Real Sociedad (0-3) en el estreno de la Liga Santander.

A sus 27 años, Bale acaricia el esplendor de su carrera deportiva. Portentoso físicamente, demostró en la Eurocopa que es capaz de liderar a una selección pequeña como la de Gales, que cayó en semifinales contra la Portugal de CR7, a la postre campeona. También con el Madrid ha demostrado cosa durante los tres últimos años, sobre todo con goles decisivos en citas importantes, pero las lesiones le han impedido brillar más.

Bale termina contrato con el Madrid en 2019 y es conocido que Florentino no suele firmar las renovaciones de sus cracks hasta dos años antes del vencimiento del acuerdo. Por tanto, la fecha idónea para sellar su continuidad en la casa blanca sería el próximo verano de 2017. Sin embargo, la vía de negociaciones debe abrirse cuanto antes porque en el caso de Bale hay todavía mucha tela que cortar.

Portazo en la casa blanca

Lo que es una evidencia, y ese es el gran hándicap para Florentino, es que el contrato del galés se queda pequeña. En un año en que todos los grandes jugadores están renovando –Neymar, Messi, Cristiano, Lewandowski– o cambiando de equipo –Ibrahimovic y Pogba–, no es normal que Bale permanezca con un salario de 11 millones de euros brutos. Quedará desfasado con respecto a la mayoría de cracks mundiales y su agente, mucho más hostil que el jugador, no se quedará de brazos cruzados.

Ahí está el quid de la cuestión. La estrategia es clara: Bale seguirá rindiendo al mejor nivel, marcando goles y exhibiendo su potencial por Europa. Largas al Madrid porque, según como estén las cosas, quizás el próximo verano llega el momento de dar un portazo en la casa blanca.