Florentino Pérez pone 200 millones para tapar el ridículo del Clásico

El club quiere sortear la crisis a base de talonario

Se ha puesto las pilas. Florentino Pérez es consciente que la mejor manera que tiene para levantar el ánimo de los aficionados y darle la vuelta a la situación de equipo es hacerlo como él sabe: a golpe de talonario.

El pasado verano decidió que la mejor manera de reforzar al equipo era a base de fichajes de perfil bajo. Pero el ridículo del Clásico, que deja al Madrid a 14 puntos del Barça (los de Zinedine Zidane con un partido menos), ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Ya durante la primera parte de la temporada el Real daba síntomas de necesitar un cambio de rumbo. Las llegadas del verano no acababan de arrancar y la plantilla echaba de menos a Pepe, James y Morata, tres cracks que el año pasado eran suplentes pero que dotaban a Zidane de un buen fondo de armario.

Tres operaciones

Pero este año la cosa ha cambiado mucho. Es por eso que Florentino ya tiene preparados alrededor de 200 millones para darle tres bueno regalos de Reyes a su afición. El primero de ellos y que ya está prácticamente cerrado es el de Kepa Arrizabalaga.

El portero del Athletic club llegará ahora en invierno. El pésimo rendimiento de Kiko Casilla junto a las diversas lesiones de Keylor Navas han provocado que la secretaría técnica avance la llegada del vasco para las navidades. Su precio rondará los 30 millones de euros y, en principio, viene a competir con Navas por la titularidad.

La segunda posición que el presidente quiere reforzar es la del central. El nombre que más está sonando con fuerza es el de Leonardo Bonucci. El italiano le ha pedido por favor a Florentino que lo rescate del desastre del Milan. El conjunto italiano necesita dinero rápido y fácil pero no dejarán escapar a su mejor defensa por menos de 50 millones.

El nuevo galáctico

Pero si hay una operación que tiene a Pérez sin dormir es la de su próximo galáctico: Mauro Icardi. Tras meses viendo como Benzema naufraga partido tras partido (el Clásico no fue una excepción) y Gareth Bale más pendiente de no lesionarse que de jugar, la secretaría técnica blanca ha fijado la mirada en el crack del Inter de Milan.

Eso sí, no le saldrá nada barato. La última cifra que se barajó desde el club milanés eran más de 100 millones de euros. Una cifra que desde el Madrid están dispuestos a pagar con tal de devolver la ilusión y las ganas a la afición, y , de paso, cargarse a más de uno en la plantilla blanca.