Florentino Pérez la lía en un hotel de Madrid: 90 millones sobre la mesa

La última oferta del presidente por un crack para el mercado de invierno

Cada partido que pasa es una razón más para Florentino Pérez para cerrar algún fichaje galáctico en el próximo mercado invernal.

La sequía goleadora de los hombres de ataque, la baja forma de algunos de los pesos pesados del equipo blanco y las continuas lesiones que no dejan de acosar a algunos jugadores están llenando de preocupación a los responsables del club, que no ven otra forma de revertir la situación que reforzando el equipo de forma inminente.

Misión ¿imposible?

Tratándose de la ventana invernal no se presentan muchas opciones. Los grandes clubes tienen sus plantillas blindadas, pues a media temporada no dejarán escapar a ninguno de sus cracks.

Asimismo, la mayoría de los que interesan en Chamartín ya han disputado la Champions League con sus respectivos equipos, con lo que no podrían participar en la máxima competición continental con el conjunto merengue.

Oportunidad

Pero existe una opción con Mauro Icardi, del Inter de Milán. El delantero suma 14 goles en 15 partidos con los neroazzurri esta temporada y está siendo una de las piezas clave del equipo italiano, y aunque por 100 millones de euros le abrirían las puertas mañana mismo.

El futbolista argentino no terminaba de ser del agrado en la capital, a donde habían llegado informes muy negativos de la vida del jugador fuera de los terrenos de juego. Además, tampoco gusta el carácter de la agente del delantero, su pareja Wanda Nara.

No obstante, las últimas informaciones que llegan desde Milán hablan de que el jugador se ha calmado y ha sentado la cabeza, lo que ha avivado el interés merengue.

Tanto es así que en la última reunión que mantuvieron los responsables del Madrid acordaron llegar hasta los 90 millones. Un precio muy razonable tanto para el club español, que se haría con una joven promesa, como para el Inter, que adquirieron al delantero de la Sampdoria a cambio de 13 millones de euros. El tira y afloja no ha hecho más que empezar.