Florentino Pérez corta dos cabezas en el Real Madrid tras ganar al United (y activa un fichaje bomba)

La Supercopa de Europa deja varios muertos en el equipo de Zidane

Uno de seis. El Real Madrid ha empezado por la senda correcta el camino hacia el sextete. El Manchester United de José Mourinho fue su primera víctima (2-1).

Ahora los jugadores de Zinedine Zidane ya solo piensan en la Supercopa de España que les enfrentará al FC Barcelona y que puede significar el segundo título de la temporada.

Preocupados

Pero en Chamartín no están tranquilos. Se ganó en Skopje, pero no con la autoridad que ha caracterizó al equipo la pasada temporada. El equipo blanco dominó en la primera parte, pero en la segunda perdió el control a medida que pasaron los minutos. Los británicos apretaron y a punto estuvieron de aguar la fiesta merengue.

Concretamente hubo dos jugadores que marcaron la nota negativa en el encuentro y que hicieron saltar las alarmas en la T4 del Santiago Bernabéu.

Señalados

Uno de ellos fue Raphaël Varanne. Al galo se le vio muy flojo en defensa y lejos de su mejor forma, lo que confirma lo que viene diciendo Zidane desde hace semanas: hace falta reforzar la zaga con un central con galones y consagrado. Un crack para acompañar a Sergio Ramos.

David Alaba, que ya ha comunicado públicamente su deseo de abandonar el Bayern de Múnich, es el favorito del técnico, aunque Marquinhos sigue de cerca al austríaco en la agenda blanca.

Karim Benzema fue el otro jugador señalado. El delantero francés volvió a estar a años luz del crack que necesita en ataque el Madrid y en este caso dio la razón a Florentino Pérez: hay que venderlo ya.

Apenas participó en las jugadas colectivas y estuvo muy lento en la única opción clara que tuvo de anotar. Una oportunidad que pocos delanteros hubieran fallado.

En la cúpula blanca temen que si no lo venden se vean obligados a renovarlo, como pide Zidane. El jugador finaliza su contrato con el Real en el 2019 y no tampoco están dispuestos a regalarlo. Un camino que no quieren tomar en las oficinas de Concha Espina, pues saben que si lo renuevan se lo comen.