Escándalo Sergio Ramos o “Hay que pararlo”. Y no va de Conte: el tema es más feo

El capitán del Real Madrid está en el punto de mira

El lío que tienen en el Real Madrid es de lo peores en los últimos tiempos. Peor incluso que la crisis que supuso la salida de Zinedine Zidane del club blanco. Entre otras cosas porque ahora sí que el balón está rodando, y las idas y venidas en los despachos y en el banquillo no están haciendo más que perjudicar al equipo.

Son muchos los que están más que molestos con todos los estamentos del club. Hay quien culpa al presidente por su mala gestión en los últimos años. Hay, también, quien descarga su ira con la plantilla.

De hecho, un escándalo ha salido a la luz en este sentido. Y nada tiene que ver con Antonio Conte y su (de momento) frustrado fichaje. Eso sí, como en el caso del técnico italiano, Sergio Ramos está muy metido.

El escándalo con Sergio Ramos

Y es que parece ser que los responsables de la grada de animación del Bernabéu tenían pensado preparar una sonora pitada a todos los jugadores el próximo sábado coincidiendo con la visita del Valladolid al feudo blanco.

Y el capitán iba a ser el principal foco de esos pitos. Al fin y al cabo, el brazalete implica eso, ser alabado en las victorias y criticado en las derrotas. Y el brazalete del Madrid no es precisamente uno cualquiera.

El caso es que, tal y como explicaron varios medios cercanos al club, la cúpula del Real se reunión con los responsables de los grupos de animación para que frenaran los pitos que iban a ser dirigidos hacia Ramos. «Hay que pararlo», cuentan.

Sergio Ramos| EFE

De hecho, la cúpula les ha pedido que la pitada se desprograme. Veremos si hacen caso o no a las ‘órdenes’ que han llegado desde arriba.

Eso sí, lo cierto es que, por mucho que estos silbidos iniciales se hayan podido parar (o eso parece), lo cierto es que los que acudan al estadio bien seguro que querrán dejar bien claro que la imagen que está ofreciendo el equipo no está a la altura ni del escudo ni del presupuesto.

El Bernabéu será el próximo sábado una olla a presión. No es la manera soñada para el debut de Santiago Solari en el banquillo. Pero ojo que, una vez los jugadores ya se hayan llevado el correctivo de la grada (que seguro que en un momento u otro se lo llevarán) no serán pocos los que apuntarán entonces al palco.