El Wolfsburgo tiene al enemigo en casa: su presidente va con el Madrid

En los despachos del Bernabéu se comenta que hay que pasar como sea, pero tienen miedo a un gol del equipo rival

El Real Madrid se juega la vida en la Champions este martes. El Santiago Bernabéu recibirá al Wolfsburgo, un club modesto que destrozó al Real Madrid en el Volkswagen Arena el pasado miércoles (2-0). En Chamartín sueñan con la heroica: remontar un resultado muy adverso, cosa que no han conseguido en 30 años, y recuperar el espíritu olvidado de Juanito (con permiso de su hijo). Y tienen otros motivos para creer en ello.

Sin ir más lejos, la condición de madridista del presidente del club alemán, Francisco Javier García Sanz. El País relata en un artículo reciente como el dirigente del Wolfsburgo, y alto ejecutivo de la empresa Volkswagen, tenía el «rostro desencajado» tras la victoria de su equipo sobre el Madrid, club del que es socio y reconocido seguidor.

Seguramente también pesó en su conciencia la amistad que mantiene con Florentino Pérez. Como si realmente fuese culpa suya la victoria de su equipo, o cómo si él hubiese podido hacer algo por evitarlo. Lo que podría haber hecho y no hizo, ante la estupefacción de los medios alemanes, fue celebrarlo: «Para una institución cuya visita más ilustre había sido el Santos de Pelé en 1961, el acontecimiento representaba una culminación festiva. Todos los aficionados locales celebraban, pero su presidente parecía absorto».

Ni primas, ni promesas

Esta situación no ha pasado desapercibida en los despachos del Bernabéu, donde son conscientes de que García Sanz no ha hecho nada específico para motivar a sus jugadores. Ni primas, ni promesas. Nada. Y no habría estado de más, teniendo en cuenta que se juegan hacer historia. Este es un aliciente más. En el club blanco confían en dar la promesa, aunque tienen miedo de encajar un gol: ello obligaría al Madrid a marcar un total de cuatro tantos.