El humillante mote a Bale (y no es golfista) que le ha puesto Sergio Ramos, Isco y Marco Asensio

El delantero galés y el lío en Valdebebas

Gareth Bale está con pie y medio fuera del Real Madrid. Esta temporada debía ser una temporada crucial para el galés. Eran dos las opciones tras la salida de Cristiano Ronaldo.

O bien Bale se convertía en el líder del equipo dentro del campo y daba un paso adelante y llenaba el hueco dejado por el luso, o bien acaba de dar la razón a los que avisaban que no era un jugador tan letal como se vendía.

Bien, la segunda es la que está ocurriendo. Eso sí, el drama con el de Cardiff está siendo mucho peor de lo esperado. Y el último episodio en el campo del Levante, donde el extremo tuvo un feo gesto en la celebración de su gol con Lucas Vázquez, es el mejor ejemplo de ello.

Gareth Bale | EFE

El mote de Gareth Bale

Y es que la distancia entre el vestuario y Gareth es más que evidente. Que en más de cinco año Bale no hay accedido a aprender español es una buen muestra de sus pocas ganas de integrarse. Cuentan que su único amigo dentro es Luka Modric.

El resto, con Sergio Ramos, Asensio e Isco como referentes, se muestran muy distantes con el delantero. Incluso le han puesto varios motes. Uno de ellos, debido a la afición que tiene bale por el golf, es el de ‘el golfista’.

Otro, quizás con aún mayor mala fe, es el de ‘el marciano’. ¿El motivo? Y es que, como apuntan desde dentro, “no se entera de nada”. Un mote que está arrasando en Valdebebas y que deja muy claro que el extremo está con pie y medio fuera del Madrid.

 Bale| EFE

Florentino Pérez ya lo tiene claro

Y es que no es ningún secreto que Bale va a ser vendido este verano. El problema para Florentino es que el valor del galés está cayendo en picado. Como ocurre con Isco, los problemas más allá del balón del jugador está mermando su caché.

Tanto es así que las ofertas que llegan por él son ridículas. El pasado verano cuentan que Pérez rechazó una oferta de 150 millones de euros que llegaba desde la Premier League. Una cantidad que a día de hoy aceptaría con los ojos cerrados. Quizás ya es demasiado tarde.