El feo de Isco a Cristiano Ronaldo que ensucia el PSG-Real Madrid

El andaluz explota en el Parque de los Príncipes

Mosqueo monumental. Después de haber sido titular en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League contra el Paris Saint-Germain disputado en el Santiago Bernabéu (3-1), Isco Alarcón esperaba volver a serlo en el de vuelta. Zinedine Zidane ha perdido completamente la confianza en Gareth Bale, lo que sumado a que  Toni Kroos y Luka Modric llegaban recién recuperados hacía pensar, sobre todo al jugador, que el míster optaría por el andaluz para completar el once titular.

Isco Alarcón, descartado

Pero Zidane recordó lo ocurrido en el choque de ida. El Madrid estuvo contra las cuerdas mientras el ex del Málaga estuvo en el terreno de juego, pero cuando el media punta abandonó el partido, los blancos no solo empezaron a jugar mucho mejor sino que fue entonces cuando llegó la remontada.

Asimismo, Zidane no solo no metió al centrocampista en la alineación inicial, sino que escogió a jugadores que no habían tenido demasiado protagonismo esta temporada. Futbolistas más propios de la unidad B como Mateo Kovacic, Marco Asensio y Lucas Vázquez.

Una elección que dejó a Isco con cara de circunstancias cuando el galo comunicó al equipo los once que entrarían desde el inicio.

Isco agota su paciencia con Zidane

Al andaluz no le gustó nada la decisión del técnico, y menos aún que le diera entrada cuando ya estaba todo decidido. Alarcón ya vivió eso de jugar solo los minutos de la basura y no quiere volver a pasar por esa etapa. Además, sabe que la situación se puede prolongar, y no quiere volver a ser una pieza para partidos puntuales o poco trascendentes.

Y es que tal fue el enfado del malagueño que no celebró los goles de Cristiano Ronaldo y Casemiro con el equipo, ni tampoco el pase a cuartos de final con sus compañeros al término del encuentro.

Como se puede ver en la instantánea, no hay ni rastro de Isco con el resto de sus compañeros al término del partido.

Real Madrid psg celebra

Una actitud que se prolongó hasta los vestuarios. Apuntan que se aisló de sus compañeros y que así pasó todo el viaje de vuelta a Madrid. Un panorama que dejó una cosa muy clara: si sigue Zidane, la continuidad de Isco pende de un hilo.