Dani Ceballos monta el show con un feo a Zidane

El centrocampista muestra su malestar al técnico

El Real Madrid firmó una gran victoria frente a la Real Sociedad en Anoeta que sirvió para elevar la moral del conjunto blanco y mandar un mensaje al FC Barcelona. Los empates ante Valencia y Levante fueron unos accidentes.

El duelo que enfrentó a los de Zinedine Zidane ante los vascos dejó buenas noticias en el seno madridista. Borja Mayoral respondió a la oportunidad del francés con su intervención en dos goles y Gareth Bale dejó un atisbo de esperanza en un partido muy discreto.

Las decisiones técnicas del entrenador merengue, no obstante, no terminaron de contentar a todos sus futbolistas. Al eterno problema de los vaivenes en la participación de Lucas Vázquez volvió a sumarse la falta de minutos de Dani Ceballos.

Tras los buenos detalles dejados en los 15 minutos de su debut en Champions League frente al APOEL Nicosia, el ex jugador bético esperaba contar con minutos en San Sebastián. Los tuvo, pero no en la medida que hubiese querido.

No es un jugador de últimos tramos

Las bajas de Kroos y Kovacic invitaban a darle el relevo al ex jugador bético, pero Zizou prefirió armar un centro del campo de seguridad con Asensio e Isco protegidos por Modric y Casemiro.

No fue hasta el minuto 86 que el entrenador merengue decidió llamar a Ceballos para darle entrada por Asensio. Los primeros minutos de Ceballos en Liga tras haberse quedado en el banquillo en las tres jornadas anteriores llegaron con todo decidido.

El centrocampista andaluz reflejaba su decepción por no contar con más tiempo de juego mientras calentaba en la banda. Con rostro serio, observaba como el reloj dejaba pasar los minutos.

Con todo decidido en el marcador, a Ceballos no le corrió prisa cuando fue llamado para saltar al campo. Andando y desganado se despojó de su ropa para ponerse la camiseta de juego.

Su actitud contrastó con la de un Nacho que entró al césped en el 92 para prevenir un golpe de Theo Hernández. Está claro que Ceballos no sabe disimular su frustración y suma una semana más en que Zidane debe pasar por alto sus gestos.