Dani Ceballos frena a un jugador del Real Madrid que iba a por Zidane

El andaluz para los pies a un crack blanco

Un abrir y cerrar de ojos es suficiente en la vida para perderlo todo. Eso es lo que le ha pasado a Lucas Vázquez en el Real Madrid. El gallego estaba a un paso de triunfar en el equipo de Zinedine Zidane, pero de una temporada su trayectoria ha dado un giro radical.

El extremo llegó en la temporada 2015-16 procedente del Espanyol, donde cuajó las grandes actuaciones que convencieron a los responsables del Real para incorporarlo al primer equipo.

A pasos agigantados

En su primer año, a pesar de que fue de adaptación, participó en 33 partidos14 de titular– y jugó un total de 1.647 minutos, en los que dio 10 asistencias y marcó cuatro goles.

En la siguiente campaña, la 16-17, Lucas se consagró. El delantero jugó 50 partidos, sumando un total de 2.279 minutos, cuatro goles y 14 asistencias. Vázquez se convirtió en el jugador número 12 de Zidane, en el revulsivo habitual y en el sustituto habitual de un Gareth Bale que se pasó más de media temporada en la enfermería.

Todo apuntaba a que este año daría el paso adelante definitivo. Más aún con Bale lesionándose continuamente. Pero nada más lejos de la realidad.

Frenazo

Lucas ha entrado en 19 encuentros en lo que va de año, pero solo suma seis partidos de titular–uno fue en la Copa del Rey– de los 24 partidos que han jugado los blancos. El atacante va camino de, como mucho, igualar su primer año en Chamartín. Y el partido ante el Athletic Club fue la gota que colmó el vaso.

El Madrid no estaba completando un buen encuentro contra los leones y Zidane lo mandó a calentar junto a algunos de sus compañeros. Sin embargo, cuando llegó el momento de realizar los cambios el nombre de Lucas no apareció por ningún lado.

Lucas vazquez san mames

La gota que colma el vaso

Los elegidos fueron Borja Mayoral y Mateo Kovacic, lo que dejó muy mosqueado al ex perico. Para Lucas, Zidane no solo prefirió no darle entrada agotando el tercer cambio sino que puso al delantero y al centrocampista por delante en sus preferencias para intentar solucionar el choque.

El futbolista estalló al término del partido después de la jugarreta de Zizou y se subía por las paredes en el vestuario, donde más de uno le escuchó lanzar algún improperio al técnico.

A tiempo, desde el clan de los españoles, Dani Ceballos puso freno a la situación y a la indignación del extremo. El de Utrera acaba de llegar a Chamartín, pero atraviesa una situación similar. Pocos como el andaluz le entienden. Así, mantuvo unas palabras tranquilizadoras con el futbolista para que la cosa no se fuera de madre.