Cristiano Ronaldo termina el Real Madrid-Éibar muy quemado con un crack (y se lo dice a Zidane)

El portugués da un golpe en la mesa

El Real Madrid ganó, pero no convenció. Los hombres de Zinedine Zidane superaron al Éibar (3-0), y lograron mantener la tercera posición en LaLiga y la distancia de cinco puntos con el FC Barcelona, pero el juego desplegado por los jugadores blancos siguió la misma línea de los últimos partidos y volvió a dejar muchas dudas.

La victoria respondió más a las carencias del conjunto vasco que a los méritos del campeón de Europa. Los propios jugadores son conscientes de ello y uno de los pesos pesados señala a un culpable.

CR7 toma la palabra

Cristiano Ronaldo apunta a Zinedine Zidane y a algunas decisiones del míster para justificar la mediocridad del juego madridista. Y no solo eso. Le acusa de haber tomado dichas decisiones a raíz de la presión del entorno de algunos jugadores y se lo dijo a la cara nada más terminar el partido cuando intercambiaron las primeras opiniones.

Futbolistas como Marco Asensio o Isco Alarcón, que amenazan cada semana con irse si no tiene minutos, así como presionan para que otros futbolistas entren también en el once.  

Es el caso de Dani Ceballos, con el luso acabó el partido muy mosqueado, pues opina que jugar con el andaluz es jugar con 10. El partido ante el Alavés, con un doblete afortunado, es la única actuación buena que se le recuerda. Ante el Éibar, como en la mayoría de partidos en los que ha participado, no aportó nada.

No más experimentos

Pero la presencia de Ceballos no molestó tanto al portugués como la ausencia de un crack: Karim Benzema.

El clan de los españoles tiene enfilado al Balón de Oro. Los jóvenes cracks hace tiempo que opinan que lo mejor de Cristiano ya se vio y de que llegó el momento de realizar un relevo generacional. Ronaldo sabe que le quieren hacer la cama y opina que con estos tres en el terreno de juego queda anulado.

En cambio, con Karim en el campo todo es más fácil. El galo juega para él, le protege y lo más importante, le asiste. El francés es su lacayo.