Cristiano Ronaldo se irá matando: “Voy a contar la verdad” (y te la avanzamos)

El delantero estrella del Real Madrid estalla en defensa de Zidane

Cristiano Ronaldo se ha convertido en el mejor amigo de Zinedine Zidane en el vestuario del Real Madrid. El futbolista luso sabe que el técnico es una víctima.

Zizou ha sido una marioneta en manos de Florentino Pérez durante todo este tiempo. Nunca se han hecho fichajes a su gusto, sino a gusto del presidente y sus asesores.

La idea de rejuvenecer al Madrid y fichar baratos a los talentos del futuro no era mala. Pero había que saber compensarla. Y ventas como la de Álvaro Morata no ayudaban a ello.

El delantero madrileño se quiso marchar al Chelsea. Lo pidió. No soportaba estar en un equipo que priorizaba los nombres al rendimiento. Sabía que no sería titular aunque se lo ganase.

Y Florentino Pérez le permitió marchar, aún sabiendo que se debilitaba el equipo, para hacer caja. Y no fichó a un nuevo delantero, aunque así lo demandó Zidane en verano.

El presidente ha mantenido un equipo de viejas glorias escudado por un arsenal de jóvenes promesas. ¿Pero dónde está el equilibrio? No existe. Y el entrenador no puede hacer milagros. 

La amenaza de Cristiano Ronaldo

El propio Cristiano lo denunció tras la derrota contra el Tottenham:Falta experiencia”. Él lo nota más que nadie en los entrenamientos.

Sergio Ramos defendió al presidente: “Me parece un comentario ventajista”. Y con ese comentario se cerró el debate. No interesaba un incendio.

Pero ahora, y pese a no buscarlo, se ha generado ese incendio. Y Cristiano Ronaldo está dispuesto a soltar la lengua: “Voy a contar la verdad”.

La versión de Cristiano es que el presidente ha destrozado al mejor equipo de todos los tiempos. Que con Morata y James en el equipo, Zidane tenía múltiples variantes.

Y no solo eso, el nivel de competencia entre los futbolistas era máxima. Ello hacía que todos se viesen amenazados y obligados a sacar lo mejor de sí mismos.

¿Para quién se guarda el dinero?

Ahora no hay color entre titulares y suplentes. La competitividad ha caído y, unida al grueso de títulos conseguido, ha concluido en una peligrosa autocomplacencia.

Por más que se esfuerzan, los jugadores no llegan al nivel exigido por el escudo que lucen en el pecho. Y Cristiano está harto.

No hay dinero para fichajes, no hay dinero para renovaciones, pero no paran de hacer caja mientras el Barça gasta cantidades astronómicas.

Cristiano ya no quiere seguir en un equipo perdedor. Un equipo donde el presidente impone la ley. Es hora de decir adiós y si no le ponen facilidades, tirará de la manta.