Cristiano Ronaldo apuñala a Messi: “lo quiero” (y Florentino Pérez pone 150 millones)

El crack del Real Madrid responde a su rival metiendo presión en un jugador a punto de fichar por el Barça

Cristiano Ronaldo y Messi viven una batalla incansable que se extiende más allá del campo de fútbol. A las peleas por ser el máximo goleador, el máximo asistente, o por ser más importante en los partidos clave, se suman también factores como quién tiene más presencia en medios, o control dentro del propio club.

Empatados a Balones de Oro, ninguno de los dos futbolistas ha protagonizado su temporada más brillante, pero no ceden ni un metro en su lucha por ser el mejor de la historia.

En las últimas semanas, este combate se ha trasladado a las declaraciones cruzadas –siempre con respeto- que preparan el terreno para el año que viene. Messi aseguró que él no competía con nadie mientras que Ronaldo ha afirmado que tiene cuerda para rato, y que “siempre acabamos jugando las finales los mismos”.

La Champions y el Mundial decidirán quién gana el Balón de Oro del próximo año

En función de los resultados tanto en Kiev como en Rusia, uno de los dos ídolos se adelantará en la carrera. Si Ronaldo gana la Champions y hace un buen Mundial, el galardón a futbolista del año será para él. Si esto no ocurre y Messi consigue levantar el cetro dorado con su selección, los aficionados del Barça volverán a estar de enhorabuena.

Aun así, los dos hombres clave de sus equipos saben que para alargar esta disputa tienen que rodearse de los mejores. Uno de esos compañeros que pueden ayudar a brillar está cada vez más fuera que dentro de su propio club, y Ronaldo no ha dudado en tratar de frustrar los planes de Messi.

“Lo quiero”, ha asegurado Ronaldo a Florentino Pérez al hablar de la situación de Antoine Griezmann, y el presidente madridista está dispuesto a ofrecer 150 millones de euros para dinamitar el orden establecido en la Liga española.

griezmann

El eterno adiós

El jugador del Atlético de Madrid tenía muy claro que ficharía por el Barça al término de la temporada, pero en las últimas semanas duda sobre qué decisión tomar. Está atrapado en el Wanda Metropolitano.

Tras perder la final de Champions League, Griezmann tenía todo listo para salir al Manchester United, pero la sanción FIFA y su amor por el club colchonero provocó que aguantara. A cambio de su fidelidad, impuso una condición. Su cláusula cambiaría de 200 a 100 millones de euros en julio de 2018.

De esta manera, cualquier equipo interesado podría hacerse con sus servicios a un precio que es una ganga en las condiciones actuales del mercado. Ese equipo interesado todo este tiempo ha sido el Barça, que tenía todo hablado con el jugador.

Pero pese a las buenas palabras de Messi, Griezmann duda de que vaya a tener sitio en un vestuario dominado con puño de hierro por el argentino y Suárez. Y es ahí donde ha entrado en juego el interés de Ronaldo y el despertar de una nueva posibilidad.

El traspaso sonado

Pese a su extrovertida actitud fuera del campo, Ronaldo ha mostrado que no tiene problema en compartir la punta de ataque con jugadores que tratan de amenazar su estatus, como Bale. Por eso, y porque sabe que necesita de un compañero para optimizar sus características, deslizó a Florentino que fiche al francés.

El presidente blanco, por su parte, sueña con la operación. Quiere acabar con un pacto de no agresión con el Atlético que ya agrietó fichando a Theo Hernández, y cree que la solución para ello es ofrecer 150 millones de euros antes del 1 de julio.

La afición del Atlético cargará contra Griezmann tome la decisión que tome

De esta manera, el Real Madrid seguiría firmando una ganga mientras que el Atlético podrá defender su decisión alegando que ganaría menos vendiéndole al Barça. Azulgranas y rojiblancos han firmado operaciones de perfil bajo en otras ocasiones y Enrique Cerezo cree que también es hora de plantarse ante los culés.

La ira de la afición por vender a Griezmann al rival y vecino sin duda recaerá sobre el futbolista, pero en parte, El principito considera que no puede evitarlo. El pasado sábado, sin haber anunciado nada de forma oficial, ya tuvo que aguantar los pitos de su hinchada. Y esa reacción puede ser el detonante que le acerque al Santiago Bernabéu.