Chivatazo a Florentino Pérez: el crack del Real Madrid que reconoció el robo a Ancelotti

El jugador llega al límite

James Rodríguez no está pasando un buen momento en el Real Madrid. El centrocampista volvió a vivir ante el Bayern de Múnich otra muestra de que Zinedine Zidane no le quiere en el equipo.

Con la eliminatoria completamente abierta, el francés decidió alinear a Isco Alarcón para cubrir la baja de Gareth Bale y en los cambios se decantó por dar entrada a Marco Asensio y a Lucas Vázquez. Mientras, James observaba desde el banquillo como Zizou volvía a dejarle fuera de la fiesta blanca y otros recién llegados le pasaban por delante.

La peor temporada

La situación está llevando al sudamericano a firmar su peor temporada. Con Zidane en el banquillo, el jugador ‘cafetero’ ha disputado 27 partidos, en los que ha anotado seis goles y 13 asistencias.

Unos números muy inferiores a los de la pasada, en los que con Benítez y Zidane dirigiendo al equipo llegó a participar en 32 choques, anotando ocho tantos y dando 10 asistencias.

Pero nada como en la primera campaña de James en el Santiago Bernabéu a las órdenes de Carlo Ancelotti. Con el italiano, James entró en 46 partidos, anotó 17 goles y regaló 18 asistencias.

El colombiano siempre tuvo un papel importante con el actual técnico del Bayern de Múnich. Bajo las órdenes de ‘Carletto’, Rodríguez desplegó su mejor fútbol y se sintió una pieza importante.

Conversación secreta

Tan buena es la relación entre ambos que al final del partido se buscaron para saludarse. Pero no todo fue un simple saludo por parte del jugador madridista. A la T4 del Santiago Bernabéu ha llegado lo que se dijeron en el breve encuentro.

Después de felicitar a Ancelotti, James Rodríguez, que andaba muy caliente después de no disputar ni un minuto, le reconoció el mal arbitraje de  Viktor Kassai y los perjuicios que ello pudo causar al conjunto bávaro.

El difícil momento de James

Zinedine Zidane no cuenta con el jugador ‘cafetero’. El pasado verano ya le comunicó a Florentino Pérez que lo pusiera en el mercado, pero el presidente le puso una exigencia: sólo vendería al futbolista si algún club pagaba una cifra similar a los 80 millones que el Real pagó al Mónaco por su traspaso. Ninguna de las propuestas se acercó a lo que pretendía el dirigente y James se quedó en Chamartín.

La historia volvió a repetirse en el mercado invernal, pero entonces fue la sanción de la FIFA que impedía inscribir a jugadores en el Madrid la que se interpuso en su salida.

El futuro del jugador está en el aire. A dos meses de la apertura de la nueva ventana de fichajes todavía desconoce los planes del club para con James. Lo que tiene claro el futbolista es que no quiere continuar en la situación que vive ahora mismo. Veremos qué ocurre en el próximo mercado.