“¿Bale?”. Y lo peor no se sabe (o Florentino Pérez lo tapa. Y un chivato lo cuenta todo)

El delantero británico se mete en un lío

Gareth Bale estaba llamado a ser el relevo de Cristiano Ronaldo en el liderazgo del Real Madrid. Para eso llegó el galés a Chamartín en verano del 2013.

Cuando Cristiano fue presentado en el 2009, Florentino Pérez ya estaba en la presidencia, pero la operación fue cosa de Ramón Calderón, el predecesor de Pérez.

Por eso Florentino fraguó años después la contratación de Bale. Quería que el líder del equipo fuera un fichaje suyo, no el de otro, y se llevó al británico del Tottenham.

Bale, la gran decepción blanca

Pero el juguete le salido roto al ‘presi’. Las lesiones le tuvieron más de un año de baja en sus primeras cuatro temporadas, mientras que en la última, en la que por fin dejó las dolencias atrás, perdió la confianza de Zinedine Zidane, que nunca le vio lo suficientemente comprometido ni con la continuidad que se espera de un crack de primera línea.

Entonces llegó el feo más feo del delantero al Madrid. Al término de la final de la Champions League contra el Liverpool y con la Decimotercera todavía caliente, reclamó más minutos ante los medios de comunicación en la rueda de prensa posterior al partido. Todo ello con la amenaza de marcharse como telón de fondo.

La salida de Cristiano y de Zidane del Real el pasado verano lo cambió todo. Bale se libraba de la desconfianza del galo y tendría la oportunidad de renacer.

Bale desaprovecha su segunda oportunidad

De hecho, se dice que ZZ se marchó porque había pactado con Florentino vender a Gareth durante el mercado estival, pero que los goles en la final de la Champions y las declaraciones de CR7, que deslizó que “había sido bonito jugar en el Madrid”, llevó a Pérez a cambiar sus planes, y Zidane no estaba dispuesto a tragar con el ‘11’ blanco.

Pero ni así. Bale no está aprovechando la oportunidad que tiene con Julen Lopetegui. Anotó cuatro goles en los primeros cinco partidos de la temporada, pero hace semanas que no aporta nada positivo al equipo.

Gareth Bale | EFE

La última de Bale

Pero eso no es lo peor. “¿Bale?”, preguntan en Madrid los que saben la última del galés cuando alguien defiende al delantero.

Según señalan desde el club, el delantero hace días que está pidiendo un aumento de sueldo. Considera que es el nuevo líder y quiere cobrar como tal.

Sin embargo, tal y como apuntan entre los pesos pesados del vestuario, para ser el líder hay que demostrarlo. Un aumento de ficha no hará de él el jugador que se esperaba en el Madrid. Deberá dar la cara en el campo si no quiere seguir siendo la decepción más grande del Real en los últimos años.