“Bale se ríe del Real Madrid”. Solari lo pilla el primer día o el escándalo que Florentino Pérez tapa

La última del galés que pone patas arriba el club merengue

Pasa de castaño oscuro. El caso Gareth Bale será recordado siempre en la historia del Real Madrid. Nunca un jugador tan caro y con tantos episodios cuestionables aguantó tanto en el club de la capital.

Desde que aterrizó en el Real Madrid en el 2013, las lesiones y los actos de indisciplina han sido una constante.

Bajas y pasotismo, una constante de Gareth Bale

Por un lado, se pasó más de un año de baja durante las primeras cuatro temporadas que pasó el Chamartín. El año pasado, después de conseguir escapar de la enfermería y logró tener continuidad, mostró una desidia evidente cuando salía al terreno de juego.

Peor era cuando Zinedine Zidane le dejaba en el banquillo. Un día incluso se dejó las botas de fútbol en el vestuario, teniendo que volver a buscarlas con el partido ya empezado.

Gareth Bale AS

Para más inri, amenazó con marcharse después de la Decimotercera si no tenía minutos.

Pero esta temporada, aún con el cambio de entrenador, el jugador ha seguido la misma línea, desapareciendo durante la mayor parte del tiempo que está sobre el terreno de juego. Y es que ni con nuevo míster Bale se motiva.

Así ha quedado comprobado con la llegada de Solari en sustitución de Julen. Concretamente, en la convocatoria para el partido de Melilla.

La última de Gareth Bale

Antes de que el argentino revelara a qué jugadores se llevaba, el de Cardiff alegó molestias, en lo que muchos han considerado como una borrada del partido en toda regla. Una escaqueada que llega en el momento más complicado que ha vivido el Madrid en más de 60 años.

Y es que esta vez no ha sido ni la espalda, ni los isquios, ni el sóleo. Lo que tenía esta vez era “dolor de barriga”. Una excusa que no ha tardado en provocar las primeras reacciones en la T4 del Santiago Bernabéu y entre los pesos pesados del vestuario: “Bale se ríe del Real Madrid”.

El mosqueo en la plantilla y en la directiva es de escándalo. Nadie le cree. Y es que lo de Bale ya pasa de castaño oscuro. “Y pedía más dinero…”, se escucha por los pasillos del Santiago Bernabéu, donde no entienden que el presidente todavía permita este comportamiento del británico.