Florentino Pérez sabe que a los futbolistas no hay que mimarlos demasiado porque luego se suben a las barbas como ya le sucedió con los famosos Galácticos. Es por ello que con Sergio Ramos está siendo impasible ante sus necesidades y no está tirando la casa por la ventana para contentarlo, sobre todo sabiendo que la economía del club no está boyante precisamente.
El presidente del Real Madrid no quiere que Sergio Ramos se sienta tan importante como para pedir la luna, ni que tampoco se crea por encima del club por tener ofertas. Por ese motivo, que Luis Enrique decidiera darle solo 45 minutos más un extra en los tres partidos que ha disputado la selección española deberían servirle al capitán madridista para poner los pies en el suelo, sobre todo porque actualmente no tiene ofertas desorbitadas sobre la mesa para abandonar el club blanco.
Ese extraño aliado que ha conseguido Florentino Pérez en el seleccionador español le ha hecho ver que debe seguir fiel a sus ideales y evitar hacer excepciones. Una de las reglas que tiene el presidente blanco en el Real Madrid es que los jugadores mayores de 30 años se les hace las renovaciones año a año y eso Sergio Ramos quiere romperlo pidiendo al menos un contrato de 2 o 3 temporadas.
Esa regla y el no querer bajarse el sueldo de los 12 millones de euros por temporada, unas cifras inasumibles en estos momentos por el Real Madrid y menos por un futbolista de 35 años que este año se ha pasado medio curso lesionado. Por todo ello el capote que le ha echado Luis Enrique ha provocado que no lleguen nuevas propuestas de ‘novias’ del central de Camas durante estas semanas de selección, período en el que Ramos podía volver a mostrarse al mercado internacional, aunque no ha sido con éxito.
