“75 millones más 11”. Bale paga la fiesta. Zidane acelera. Y Florentino Pérez pone la pasta sobre la mesa

En el Real Madrid establecen el plan para hacerse con un crack

Los movimientos se precipitan en el Real Madrid. La temporada ya terminó prácticamente para los blancos y los responsables ya trabajan en la construcción del proyecto de la próxima temporada.

En Chamartín no quieren perder el tiempo y correr el riesgo de encontrarse con lo puesto como les ocurrió el pasado verano.

La confirmación del fichaje de Eder Militao para el próximo curso es una buena demostración de que en la capital ya se han puesto manos a la obra. Y el zaguero no será el único refuerzo en el que se trabaja para la defensa. Con Militao no creen que cubran todas las necesidades que necesita la retaguardia.

Dudas con Ramos y Varane

El capitán Sergio Ramos no durará eternamente. El de Camas ya ha dado algún atisbo de declive esta temporada y su bajón definitivo llegará más pronto que tarde.

Mientras tanto, Raphaël Varane, sigue sin dar ese paso adelante que le afiance como titular indiscutible. Y son ya ocho las temporadas que lleva en Concha Espina. Las lesiones por un lado y las desconexiones en algunos partidos por otro no disipan las dudas que genera el jugador.

El galo ha demostrado muchas carencias cuando le ha tocado liderar la defensa. Cuando juega con Sergio Ramos al lado, todo va como la seda. Sin embargo, cuando el de Camas no está, la cosa cambia. Y partidos como el de Ajax en el Santiago Bernabéu (1-4) son un buen ejemplo de ello.

Y tampoco Varane se muestra reticente a salir del Madrid. Todo lo contrario. El jugador lo ha ganado todo de blanco y tiene ganas de iniciar nuevas aventuras.

Vallejo y Nacho no cuentan para el futuro

Jesús Vallejo tiene los días contados en el Madrid. El canterano ha dejado claro que no está al nivel que se exige en el Madrid. El zaguero está en la rampa de salida. Y Nacho Fernández, a sus 29 años, no pasará de ser lo que es: una eterna promesa. A estas alturas ya no heredará el liderazgo de la defensa. Está bien para tapar agujeros, pero no para ser un titular indiscutible.

Vallejo | EFE

Ante este panorama, las prioridades de Florentino y compañía pasan por contratar a otro central al margen de Militao y que sea de primera línea. Un crack que además garantice el buen futuro de la defensa blanca. Y hay un nombre que sobre sale por encima del resto.

De Ligt, segundo refuerzo tras Militao

Este es el de Matthijs de Ligt, una de las revelaciones del Ajax de Ámsterdam esta temporada. Un futbolista tras el que va media Europa. Y aquí radica el gran problema del Madrid.

Florentino y el cuerpo técnico quieren los servicios del holandés, pero saben que no saldrá barato. Y el presidente no olvida que también tiene que invertir en otras líneas del equipo y no quiere dinamitar la partida destinada a fichajes en jugadores para la zaga.

Bale, la clave de la operación De Ligt

Por eso Pérez busca fórmulas que no desestabilicen sus planes para la futura plantilla. Y ya la tiene. Pretende pagarlo con lo que saque de la venta de Gareth Bale.

El galés está desde hace mucho tiempo en el punto de mira. El delantero británico está cuestionado desde casi todos los sectores de la entidad. El mayor decepcionado es el presidente del club, Florentino Pérez. El presidente esperaba mucho más del fichaje más caro de la historia del Madrid.

La salida de Bale se acelera

Las intenciones del mandatario con Bale pasaban por que fuera el relevo generacional de Cristiano Ronaldo a medio/largo plazo en el liderazgo del equipo. El luso había sido un fichaje de Ramón Calderón, predecesor de Pérez en el puesto de mandatario blanco, y Florentino quería que el líder del equipo

Pero las continuas lesiones del británico le han llevado al ostracismo en el club. Las reiteradas dolencias le han afectado tanto física como mentalmente, y el atacante no ha llegado a ser ese jugador decisivo que se esperaba en Concha Espina. Como definían en el diario El Mundo, «las continuas lesiones y sus repercusiones, en forma de críticas, han acentuado su manía persecutoria».

Todo ello, mezclado con diferentes episodios de desidia y poco compromiso han condenado a Bale entre sus compañeros. Su dejadez tiene a muchos jugadores con un mosqueo de tres pares de narices. Y más todavía que no esconda sus enfados cuando sale al terreno de juego. Y tampoco Zidane confía en él. Con el galo al mando Gareth ya perdió la titularidad durante los últimos meses de la primera etapa del francés.

Bale Isco | EFE

El dinero de Bale, para De Ligt

Por eso Florentino ya hace cábulas con la venta del francés y la inversión del dinero de su traspaso en De Ligt.

Teniendo en cuenta que el presidente espera sacar unos 90 millones por su venta, calcula que podrá llegar hasta los “75 millones más 11” de ficha anual. Una propuesta con la que debería ser suficiente para convencer tanto al club como al jugador. Aunque no se descarta en Concha Espina subir la oferta en función de lo que saquen por el de Cardiff. Lo que tienen claro en Chamartín es que Bale paga la fiesta.