“Vete con cuidado con estos tres”. Luis Enrique está avisado (o lo que nadie cuenta en La Roja)

El técnico asturiano recibe un mensaje muy serio

Luis Enrique ha empezado su era como seleccionador de España dejando las cosas muy claras. El asturiano está dispuesto a sacar el látigo cuando haga falta. De momento, prohibidos los móviles en las comidas, se acabaron las tardes libres y los entrenamientos a primera hora de la mañana.

El ex del Barça no quiere que la constelación de estrellas que tiene en el vestuario se le vaya de las manos. Pero lo cierto es que hay tres figuras que ya andan con la mosca detrás de la oreja con Lucho. Hasta tal punto que el míster ya ha recibido algún que otro aviso: “Vete con cuidado con estos tres”.

Isco pierde protagonismo

En el nuevo sistema elaborado por Luis Enrique, Isco Alarcón ya no es tan importante como cabía esperar. Lucho quiere un juego mucho más directo de lo que se venía viendo de España, y el malagueño no se siente a gusto.

Isco Alarcón | EFE

Ante Inglaterra el centrocampista del Real Madrid fue uno de los más discretos, y no fue casualidad. a Luis Enrique le gustan muchos más jugadores del corte de Saúl Ñíguez, con mucha más llegada al área.

Marco Asensio no está en sus planes

Una situación similar se vive con Marco Asensio. En un estilo de juego que prima la verticalidad se esperaba que el balear tuviera más importancia, pero no. Luis Enrique apostó por Iago Aspas en banda, un jugador que ni siquiera había entrado en sus planes iniciales y que fue convocado al conocerse la baja de Diego Costa.

Asensio, tras lograr un puesto como titular en el Real Madrid, esperaba mucho más protagonismo en La Roja. De momento tendrá que esperar.

Sergio Ramos ya no es el líder

A pesar de lucir el brazalete y de los elogios de Luis Enrique, Sergio Ramos sabe que ha perdido poder dentro del vestuario. El de Camas estaba acostumbrado a ser el líder con entrenadores más tranquilos como lo son Vicente Del Bosque o Lopetegui. Con Lucho es otra cosa.

El ex del Barça no tiene problemas en dar cuatro gritos dentro del vestuario. Se siente el líder y así seguirá siendo mientras esté en el cargo. Y a Sergio Ramos no le hace mucha gracia.