Zidane hizo la vista gorda antes del partido del Real Madrid en Málaga

El técnico sabía de primera mano que algunos jugadores se saltaron las normas entre semana

Zinedine Zidane parece dispuesto a morir con sus convicciones. El técnico del Real Madrid se huele que terminará el año en blanco, y asume que lo que menos interesa es recuperar los conflictos internos de la época de Rafa Benítez. Zizou, sin embargo, es el otro extremo. Manga ancha. Todo vale. El entrenador galo, de hecho, hizo la vista gorda antes de la visita al Málaga (1-1).

Zidane prioriza el amiguismo con la plantilla. Con los pesos pesados. Sabe que son quienes pueden darle las alegrías y las penas. Los demás jugadores está en segundo plano y se quejan. Protestan porque tienen ganas de demostrar sus cualidades. Primero, porque observan el regular nivel de los titulares. Segundo, porque no comparten los privilegios que tienen y que perjudican claramente al equipo.

La semana en Valdebebas ha sido larga. Sin partido de Champions, los jugadores han cubierto las horas libres a su antojo. Incluso saltándose el código interno. Los suplentes advirtieron a Zidane de las salidas nocturnas de algún crack, así como de los viajes de otros. El técnico no hizo caso y en Málaga alineó a los de siempre, con los obligados cambios por sanciones/lesiones.