Zidane frena el careo de Cristiano Ronaldo en el vestuario de La Rosaleda

El técnico intervino tras el pinchazo en Málaga para disuadir un pequeño roce en la caseta

Poco, muy poco ha durado el efecto Zidane y la alegría en el vestuario del Real Madrid. Con Zizou, salvo en Granada (in extremis) y en Roma, el equipo suma sus salidas por pinchazos. El equipo no rinde al nivel esperado. Cristiano Ronaldo sigue desaparecido en combate. Marcó en La Rosaleda, sí, pero en fuera de juego. Y Kameni le paró un penalti, su especialidad. CR7, como siempre que se tuercen las cosas, abandonó el césped el primero, con rostro serio y disgustado. Incluso tuvo un pequeño roce en vestuarios en el que tuvo que intervenir el técnico madridista.

Cristiano ardía por dentro. Ni Copa, ni Liga, ni Pichichi/Bota de Oro. Ronaldo cuajó en Málaga otro encuentro mediocre. Entró en las provocaciones de los rivales y de las gradas. Y se las medio tuvo con los compañeros después del duelo. CR7 recriminó a alguno de sus socios de ataque que no le cedieran más balones en posiciones de peligro. Echó de menos, y mucho, a Karim Benzema. Se vio más solo que nunca. Terminó desquiciado.

Zidane puso orden en vestuarios. El técnico evitó que el pequeño rifirrafe terminase en discusión mayor. Zizou quitó hierro al asunto, en un alarde de su particular diplomacia, según ha podido saber Diario Gol de fuentes cercanas a los protagonistas. En caliente, es habitual que los futbolistas se recriminen algunas acciones. En frío todo se olvida.