Vivirá con Sergio Ramos en La Moraleja: Florentino Pérez lo cierra para el Real Madrid

El presidente blanco ata a un fichaje de Zidane

Siguen los movimientos en el Real Madrid. Florentino Pérez y Zinedine Zidane saben que va a ser un verano largo y que operaciones como las de Pogba o Mbappé (si es que se acaba produciendo) pueden dilatarse mucho.

Es por ello que las que son más fáciles las quieren cerrar cuanto antes. Eden Hazard es el mejor ejemplo. Pero no solo el belga. También el lateral izquierdo Ferland Mendy. El defensa francés lleva meses en la agenda del club blanco y Zidane ha apremiado a Florentino para que lo cierre cuanto antes.

Parece que el máximo responsable del club le ha hecho caso y ha movido hilos para atar al lateral del Lyon. De hecho no son pocos en el Bernabéu los que aseguran que ya está prácticamente hecho y que vivirá con Sergio Ramos en La Moraleja.

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Florentino Pérez ata a Mendy

Y es que  por mucho que Zidane haya ‘salvado’ a Marcelo, el míster galo le dijo al presidente hace meses que quería sí o sí un nueva lateral izquierdo. Reguilón no le convence y ha apostado por un Mendy al que hace tiempo que tanto él como la secretaría técnica siguen.

No es para menos. El defensa es uno de los mejores jugadores del cuadro francés y un jugador por el que equipos como el Barça o el United también se han interesado. Pero el real ya lo tiene atado. Desde Lyon exigían 60 millones y Florentino ofrecía 50, por lo que probablemente el fichaje se cerrará por una cantidad cercana a los 55 millones.

En los próximos días el jugador se desplazará a la capital española para pasar el reconocimiento médico, el paso previo a la firma oficial con el Madrid. Un Mendy que ya ha dado el ‘ok’ a Zidane, entre otras cosas porque sabe que, si bien de inicio partirá como suplente, con el paso de los partidos es probable que acabe relevando a Marcelo.

Y más si el brasileño se muestra tan irregular como lo ha hecho en esta temporada. Mendy llega fresco, con ganas y con el respaldo de Zidane. Ojo que el francés le puede comer la tostada en menos de lo que canta un gallo.