Valverde raja por la espalada de un crack del Barça (y la rajada llega a Messi)

El entrenador del equipo catalán está muy decepcionado con un futbolista

Ernesto Valverde llegó al Barcelona pensando que iba a cumplir el sueño de su vida: presentado con todos los honores para entrenar al mejor equipo del mundo.

Si bien había que implementar algunas mejoras en el centro del campo, le prometieron la mejor delantera habida y por haber: Messi, Luis Suárez y Neymar.

Pronto se vio que no hay nada imposible y que aquel sueño de una noche de verano iba a quedar en papel mojado. Neymar se fue al PSG y se terminó el tridente.

Pero se demostró que había vida después de Neymar y que el Barça se podía organizar como un equipo muy solvente igualmente. ¿Desde cuando son necesarios tantos delanteros?

Valverde prefiere jugadores trabajadores. Y estaba encantado con Messi y Suárez. Lo estaba, hasta que dejó de estarlo. El delantero uruguayo también se convirtió en un problema.

Muy distinto a lo que ocurre con Neymar, habrá que lidiar con el asunto. Paciencia. Pero el actual Luis Suárez está lejos del voraz delantero al que ninguna defensa lograba contener. Con más de 100 goles con la camiseta del Barça, ahora se ha convertido en un problema.

Valverde no se siente cómodo con él. ¿Por qué? Porque es el protegido de Messi, con lo cual, tiene que jugar. Porque ya no es lo que era. Porque no le permite ejecutar el sistema de juego que querría.

Los sistemas de Valverde

El Txingurri quiere a Messi de delantero, de falso nueve, con todo el equipo trabajando para él. Y le gusta mucho jugar al 4-2-3-1. Pero eso, con Suárez es difícil. A menos que Messi haga de mediapunta y se aleje sensiblemente del peligro.

El asunto es que Messi es el mejor del mundo, sobre todo en los espacios pequeños. Y si esos espacios pequeños son próximos al área, se convierte en el más letal del mundo. Claro que puede jugar más retrasado, pero pierde esa brutalidad ofensiva.

La otra vía es un 4-4-2 con Messi y Suárez como delanteros que se alternan en la punta de ataque. Y si emplea el clásico 4-3-3 azulgrana llega el lío: Messi al medio y Suárez a la banda.

El problema es que el Pistolero en la banda es otro jugador. Y más, con lo lento que está en este arranque de curso debido al sobrepeso que acumula. Valverde le haría un banquillazo. Pero no puede. No quiere enfrentarse a Messi tan pronto. De momento, van sumando puntos de tres en tres.