Vacía la taquilla y deja el Barça. Koeman ejecuta la venganza y Joan Laporta se lo carga

El técnico holandés del Barça Ronald Koeman y la salida pactada con el presidente Joan Laporta

Ronald Koeman
Ronald Koeman

Ronald Koeman ha demostrado en muchas ocasiones desde que llegó al banquillo del Barça que suele tener las ideas muy claras. Sobre todo cuando algo no le gusta. Un buen ejemplo de ello es la gestión de los minutos de un jugador que está más cerca que nunca de dejar el Camp Nou atrás y regresar a la Serie A: Miralem Pjanic.

El centrocampista bosnio entendió ya desde los primeros partidos de la temporada pasada que no era del agrado del entrenador holandés, que apenas le dio oportunidades y las que le dio no fueron precisamente un argumento positivo para Pjanic.

A Koeman nunca le ha gustado el juego del bosnio, que considera que cuando está en el ampo ralentiza mucho la circulación y echa al equipo demasiado atrás con su juego posicional. De ahí que el Barça esté ultimando los detalles de su salida.

Koeman respira tranquilo con la futura salida de Pjanic

Una salida en la que tan sólo parece que haya un destino posible: la Serie A. Como apuntan en medios como Mundo Deportivo, la liga italiana, donde el bosnio ha jugado buena parte de su carrera, es la prioridad para el centrocampista.

En este sentido, en el citado medio apuntan hasta cuatro posibilidades para Pjanic: Juventus de Turín, Roma, Nápoles y Fiorentina. Cuatro equipos que estarían encantados de contar con un jugador que, pese a que su paso por el Barça no ha sido el mejor, sigue teniendo mucho cartel en la liga italiana tras sus buenos años en Roma y Turín.

Miralem Pjanic
Miralem Pjanic

A Koeman y a Laporta poco les importa dónde vaya a jugar el centrocampista, que decidió rechazar la carta de libertad hace semanas. Lo único que quiere el presidente es que el club en el que aterrice Pjanic se haga cargo de la ficha del jugador en el caso de que se acabe concretando una cesión y no una venta, que parece lo más probable.

Un Pjanic que, pese a que siempre se ha comportado más que bien, ha entrenado duro y nunca ha tenido malas palabras hacia nadie en el Camp Nou, sabe que la decisión de llegar al Barça no fue precisamente la más acertada de su carrera. Y menos con Koeman en el banquillo.