«Soy del Real Madrid». El crack que deja plantado al Barça para negociar con Florentino Pérez (y Zidane)

El club blanco parte con ventaja en la puja por el jugador

Protagonista. Kylian Mbappé está siendo la gran sensación de la Champions League. Brilló con luz propia ante el Manchester City. Suya fue la asistencia del primer gol y no dejó de incordiar al equipo de Pep Guardiola. Terminaron desquiciados con el francés.

En la Ligue 1 los rivales del Mónaco lo sufren cada semana. Suya es gran parte de la responsabilidad de que el equipo del Principado sea el líder. Supera en tres puntos al Paris Saint Germain.

Esta temporada suma 17 goles y 10 asistencias en los 31 partidos que ha disputado hasta ahora. A sus 18 años algunos ya lo catalogan de crack mundial. Aseguran que será el futuro Balón de Oro.

Futbolista de moda

 Los grandes de Europa fijaron sus ojos en él. Es el deseo de muchos y la envidia de otros. El FC Barcelona fue uno de los primeros en preguntar por Mbappé. Parte de la prensa catalana ha asegurado en los últimos días que el atacante galo terminaría vistiendo de blaugrana.

Sin embargo, desde Madrid avisan. Ya se pueden olvidar del delantero. Tiene sangre madridista. Quiere vestir de blanco.

Sueño blanco

Con 14 años estuvo en la Ciudad Deportiva del Real Madrid y allí cumplió uno de sus sueños. Conoció a Cristiano Ronaldo: «Lo viví como un niño que ve al jugador más grande de la historia de Francia«.

«Soy del Real Madrid». En su entorno afirman que la respuesta era clara cuando le preguntaban por su equipo favorito. Su padre también reconoció su madridismo en la revista France Football.

 «Se pasa las horas viendo vídeos de Cristiano Ronaldo«, reconoció el progenitor de la criatura. Su cuarto estaba forrado con pósters del Balón de Oro/The Best.

El escaparate de la Liga de Campeones ha despertado el interés de los mejores por el delantero. La puja por el futbolista todavía no ha empezado, pero el Madrid ya parte con ventaja. La ilusión del astro galo es jugar algún día en el Santiago Bernabéu junto a los ídolos que hace cuatro días adornaban su habitación.