Si Keylor Navas (“Un pedazo de pan”) dice esto, es que el Real Madrid está muy mal

Keylor Navas siempre lo tuvo claro. La filosofía de vida del tico es trabajar duro y sin descanso para obtener los frutos. Unas ideas que siempre ha llevado al límite en el Real Madrid.·Es un trozo de pan”, afirman los que le conocen bien.

Desde su llegada en el 2014, el costarricense se lo ha dejado todo. Tanto en los entrenamientos como en los partidos, así como ha sabido seguir trabajando en silencio cuando no ha tenido la titularidad.

Navas se atreve con todo

Dice mucho de Navas que aceptara fichar por el Madrid estando un portero como Iker Casillas, una institución en la entidad. Y es que a Keylor siempre le ha dado igual quien tuviera al lado. Siempre ha trabajado al máximo nivel a la espera de verse recompensado con la titularidad y la confianza de los entrenadores. De hecho, en su primer año no fue titular, pero en el segundo hizo olvidar rápidamente a Iker.

Así fue como se convirtió en el portero titular indiscutible del equipo durante los siguientes tres años.

Cabe decir que el rendimiento del centroamericano ha ido de más a mucho menos. Poco tienen que ver los 49 goles encajados en 44 partidos en la pasada temporada, con los 31 recibidos en 45 partidos en su segundo año, el primero en el que fue titular.

Pero aun así siempre conservó la confianza del míster. Solo hace falta recordar cuando el técnico galo defendió a Keylor y cerró la puerta públicamente a Kepa Arrizabalaga en el pasado mercado invernal, cuando Florentino lo tenía hecho con el ex portero del Athletic Club.

Esfuerzo inútil para Navas

Pero esta temporada todo ha cambiado. La llegada de Thibaut Courtois ha puesto en jaque a Keylor. El belga es un fichaje exclusivo de Florentino, que hace mucho tiempo anda buscando un relevo para un Navas al que nunca tragó.

El meta sabe que ante este panorama poco puede  hacer para luchar por la titularidad. El que manda no es Julen Lopetegui, sino Florentino, y el ‘presi’ quiere a ‘su fichaje’ en la portería, no a Navas. Es más: se puede dar con un canto en los dientes de que le dejen la Champions League.