«Si echan a Dani Alves habrá guerra en el vestuario del Barça»

Fuentes internas del club desvelan lo que se cocía en el seno de la plantilla

El clima de tensión en el vestuario del Barça era más latente de lo que parecía en los últimos meses. No entre los futbolistas –a pesar de que hubo algún toque de atención, como el de Mascherano a Neymar–, sino con respecto a algunas decisiones que se venían cocinando tanto desde la junta directiva como desde la cúpula ejecutiva y la dirección deportiva del club. La posible salida de Dani Alves estaba en boca de todos y generaba preocupación entre algunos pesos pesados.

«Si echan a Dani Alves habrá una guerra en el vestuario del Barça», afirmaron recientemente a GOL fuentes del vestuario azulgrana. Este diario hace meses que habla de la posibilidad de que Alves y Mascherano fuesen los elegidos para bajarse del barco a final de temporada por la cuestión salarial, aunque en el cuerpo técnico ni querían oír hablar de bajas tan sensibles.

En el vestuario, tampoco. Y es que Alves, con su fuerte ego y su carácter dicharachero, es uno de los jugadores más queridos en el vestuario. Por varios motivos: tiene mucho carisma, va de cara y siempre dice lo que piensa, es divertido, la alegría del vestuario y, además, se deja la piel. Es un juagdor que sabe modular su fuerte carácter y dirigirlo para hacer equipo. Por eso es querido.

Apoyo incondicional

No es un secreto que Leo Messi es uno de los jugadores que más aprecio siente por Dani Alves, amigos desde el primer año del brasileño en el club, cuando juntos forjaron una banda derecha letal que llevó a conquistar el triplete, primero, y luego el sextete. Neymar también tiene una relación magnífica con Alves, es como su hermano pequeño. Y el propio capitán del equipo, Andrés Iniesta, como Xavi Hernández en su momento, mantiene una relación magnífica con el brasileño.

La posibilidad de que la directiva echase a Alves preocupaba y amenazaba con generar fuertes tensiones. Incluso una posible desbandada de cracks. Sin embargo, el hecho de que sea Alves el que decida por su propio pie dejar el club –no sin alguna invitación indirecta que le ha abierto la puerta–, cambia un poco las cosas. Si es para bien del jugador, como parece indicar la negociación con la Juventus, los demás le apoyarán.