Sergio Ramos y él ¡llegan a las manos! Pelea de las gordas. ¡El Real Madrid es un polvorín!

El capitán pone en liza a uno de los cracks de Zidane

Sergio Ramos terminó el partido contra el Real Betis muy mosqueado. Al de Camas no le gusta perder nunca, pero menos en el Benito Villamarín, el estado del eterno rival de su Sevilla.

Pero lo que más molestó al defensa es la actitud de algunos jugadores. Porque este domingo volvió a verse la peor versión del Real Madrid. La que se vio en la primera parte contra el Barça el pasado domingo en el Clásico. O en el último tercio del choque contra el Manchester City, en los octavos de final de la Champions League. Y el capitán sabe que así no se ganará absolutamente nada esta temporada al margen de la Supercopa de España, en la que no pudieron doblegar al Atlético de Madrid más que en la tanda de penaltis.

Sergio Ramos Joaquin

Sergio Ramos da la cara

Por eso al final de la contienda contra los verdiblancos mandó un mensaje a todo el vestuario. “Cuando las cosas no se hacen como durante la semana, es normal que ocurran estas derrotas. El resultado es una putada, pero es justo porque hemos estado muy intermitentes. Ahora nos queda seguir sumando de tres en tres y esperar a que falle el de arriba”, apuntó el central.

“Nos hemos confiado, nos hemos acomodado atrás en algunas fases y eso no es suficiente. Deberíamos de haber tenido más intensidad y hay que hacer autocrítica”, añadió Ramos. “No nos volvimos locos con los tres puntos conseguidos ante el Barça y tampoco nos vamos a quedar ahora lamentando. Si queremos ser campeones no se pueden desaprovechar oportunidades así. Reflexionaremos para hacernos fuertes”, concluyó sin decir nombres.

Algo que no ocurrió una vez llegó al vestuario, donde tuvo palabras con algunos de los jugadores. Y con uno de ellos tuvo palabras especialmente duras. Algunos temieron que la discusión terminara a golpes.

Pelea subida de tono

Ramos puso en liza a Marcelo, del que considera que no se está tomando el asunto con la suficiente seriedad. El brasileño está viviendo una jubilación dorada y el equipo está pagando su bajo rendimiento. Y Ramos no pudo contener los nervios, avisándole de que actuaciones como la de este domingo, ninguna más.

Una reprimenda que al brasileño no le hizo ninguna gracia. Y menos viniendo de un jugador como Ramos, que por cada buena acción comete dos errores, y no dudó en responderle con alguna que otra recriminación, en lo que terminó en intercambio de palabras que dejó a más de uno acongojado.