Sergio Ramos pone la cruz a un fichaje de Zidane con un chivatazo a Florentino Pérez

El peso pesado toma la palabra en el Santiago Bernabéu

Deberes hechos. Tras una semana de parón liguero, el éxodo internacional llega a su fin. Los jugadores seleccionados por Julen Lopetegui ya regresan a casa y los equipos empiezan a ganar efectivos.

La Roja ha firmado una buena semana. Después de vencer por 4-1 a Israel el pasado viernes en el partido clasificatorio para el Mundial de Rusia, España firmó un buen partido ayer ante Francia (0-2). El conjunto nacional dejó buenas sensaciones.

Ahora bien, este parón también ha servido a los distintos clubes y jugadores para vigilar de cerca a los futuribles más deseados. Especialmente el Real Madrid ha aprovechado para echarle el ojo a los cracks en la lista de la compra.

En este caso, el partido amistoso de La Roja frente al cuadro galo fue uno de los duelos más vigilados por la caseta blanca. El nombre de moda en los despachos merengues se vio las caras con los veteranos más preciados del equipo madridista.

Mbappé cara a cara con Sergio Ramos

Kylian Mbappé fue el gran atractivo de una batalla de titanes. Junto a Antoine Griezmann, el joven francés lideró el ataque de los bleus. Y es que en su debut en la selección absoluta –antes únicamente había jugado ante Luxemburgo-, el delantero del Mónaco mostró su garra y desmarque.

Sin embargo, parece que no convenció a sus principales pretendientes. Al parecer, tras el encuentro ante Francia, los pesos pesados del vestuario merengue que viajaron con España le han aconsejado a Florentino Pérez que valore otras opciones.

Del mismo modo que Paul Pogba, Mbappé es un jugador con un precio demasiado hinchado. Los destellos de calidad de la joven perla son evidentes, aunque el problema del francés es que está demasiado verde. Le falta recorrido y madurar para ser importante en el Madrid.

Así pues, los ‘capos’, con Sergio Ramos como voz cantante, ya han avisado al mandamás merengue. Pagar más de 100 millones de euros por Kylian es una cifra desorbitada. Es un jugador que promete, pero aún no está al nivel para coger el testigo de los grandes cracks del Santiago Bernabéu.

Además, el detalle de que el galo pidiese la camiseta a Gerard Piqué en el descanso no sentó nada bien a algunos sectores del Madrid. Por mucho que haya respeto, la rivalidad entre el Barça y los madridistas es considerable. Juega con fuego.