Sergio Ramos o “Capi, cuenta la verdad” (y no puede): el último escándalo en el Real Madrid

El enésimo lío que ponte patas arriba el club blanco

El Real Madrid se llevó ayer los tres puntos en su visita el campo del Espanyol. Un partido en el que los de Solari volvieron a demostrar que, cuando se ponen, juegan más que bien.

Karim Benzema, Luka Modric, Gareth Bale, Sergio Ramos…los capos se pusieron las pilas. Sin embargo, hubo un jugador que volvió a quedar en evidencia. Un escándalo que empieza a ser algo más que habitual.

Sergio Ramos | EFE

El último escándalo en el Madrid

Y no es otro que Marcelo. Solari apostó por Reguilón de inicio dejando al brasileño en el banquillo. No fue casual. Cuentan desde dentro que el carioca no pasa precisamente por su mejor momento de forma y, como hemos visto en más de una ocasión, el técnico argentino no se casa con nadie.

Sin embargo, con la expulsión de Varane, Solari optó por darle entrada para reforzar la defensa. Apenas cinco minutos después el carioca no tiró bien el fuera de juego y el Espanyol marcó. Un nuevo gol en el Real por culpa del lateral, y ya van unos cuantos esta temporada.

El problema es que en el vestuario todos callan. De ahí que muchos apunten desde las redes: “Capi, cuenta la verdad”. El problema es que no puede. No puede porque tiene que protegerse entre ellos. Los pesos pesados saben que están en el punto de mira, y jugadores que han jugado y ganado tanto juntos como son Ramos y Marcelo, capitanes ambos, se cubren las espaldas.

Sergio Ramos y Marcelo | EFE

El futuro de Marcelo

Pero, por mucho que ahora Sergio calle, en la directiva tienen muy claro que este verano debe ser el verano en el que Marcelo haga las maletas. O al menos el verano en el que el Madrid fiche a un lateral izquierdo de primer nivel. La calidad del brasileño es indiscutible, pero también lo es que su banda es una autopista y que en defensa no se implica.

Y si encima está fuera de forma y no llega, sus cantadas son muchos más evidentes. Ramos, como Karim, Luka o Gareth lo saben, pero callan. Qué remedio.