Sergio Ramos no se esperaba esto. Muy feo. “Zidane, ¿por qué lo tapas?”. Última hora en el Real Madrid

El desplante imperdonable al técnico, al equipo y al madridismo

El Real Madrid cosechó un resultado importantísimo en el Santiago Bernabéu frente al FC Barcelona. El 2-0 conseguido en el Clásico es una bombona de oxígeno vital para las aspiraciones de los blancos esta temporada.

El equipo de Zinedine Zidane llegaba al choque en un momento verdaderamente complicado. El conjunto blanco venía firmando actuaciones para olvidar de muy bajo nivel. Sobre todo en el Santiago Bernabéu.

Por ejemplo, con la derrota contra la Real Sociedad que apeó a los merengues de la Copa del Rey. O la firmada en el estadio del Levante el pasado domingo y que había devuelto el liderato al Barça. O la cosechada ante el Manchester City el pasado miércoles que disminuye las opciones de los de Chamartín en la Champions League.

Victoria balsámica

Además, el Barça había ganado en sus últimas cuatro visitas al feudo blanco. De hecho, muy pocos daban un solo euro por la victoria del Madrid este domingo. La opinión de Gerard Piqué de que estaban ante el “peor” Real de los últimos años era compartida por muchos.

Real Madrid

Por eso fue tan importante la victoria de este domingo. Y de ahí la euforia de todos los miembros del equipo madridista, que no pudieron contener la euforia al finalizar el choque. Todos los hombres de Zidane lo festejaron a lo grande sobre el terreno de juego. O casi todos, porque hubo una ausencia destacable.

Bale pasa de todo

Cuando los miembros del equipo celebraban la victoria sobre el césped, Gareth Bale enfilaba el camino de los vestuarios, recogía sus bártulos y abandonaba el estadio con su coche. El británico pasó de todo, como si la cosa no fuera con él.

Otro feo más de un jugador que hace tiempo que perdió la confianza de Zidane y que, lejos de intentar recuperarla, sigue mostrando episodios de desidia imperdonables. En los últimos tres partidos solo ha disputado 15 minutos contra el Manchester City, pero parece no importarle. “Zidane, ¿por qué lo tapas?”, le preguntan Sergio Ramos y otros pesos pesados, que ven como el míster ya ha tirado la toalla con el británico.