Sergio Ramos echa de menos el Real Madrid, pero Florentino Pérez le cierra las puertas a su regreso

A Sergio Ramos no le está yendo nada bien su nueva vida en el Paris Saint-Germain. Aún no ha podido debutar, por culpa de las constantes lesiones que ha sufrido, y que le han hecho tener un 2021 para el olvido. Y Mauricio Pochettino está comenzando a perder la paciencia, mientras que se va haciendo a la idea de que el andaluz ya es un futbolista semi retirado. Algo que muchos advirtieron al Real Madrid, que por ello le abrió las puertas.

De ser un crack que apenas tenía problemas físicos, ha pasado a ser de cristal. El canterano del Sevilla se cuida como pocos, y trabaja sin descanso para poder regresar al césped lo antes posible. Pero la edad no perdona, y la realidad es que, a sus 35 años, su cuerpo ha dicho basta, y le ha pedido un respiro. O, quizás, un adiós. De momento, tiene contrato en vigor hasta 2023, pero, a decir verdad, parece difícil que lo vaya a poder cumplir.

En el Parque de los Príncipes está perdiendo la paciencia, y no descartan rescindir su documento de trabajo antes de que expire. Una posibilidad que el campeón de las Eurocopas de 2008 y 2012 tampoco ve con malos ojos del todo. No se ha aclimatado ni se ha adaptado a Francia, pues la barrera del idioma es demasiado importante. Y, por mucho que da clases particulares, no muestra ningún tipo de progreso. Echa mucho de menos España, de donde nunca había salido.

Y, sobretodo, el Santiago Bernabéu. En el cuadro blanco, nadie se atrevía a cuestionarle, y era el capitán y el jefe del vestuario, además del ídolo de la afición. En cambio, en el PSG no tiene ni voz ni voto, y tampoco ha acabado de encajar en la plantilla. Sus problemas en el pasado con Leo Messi o Neymar Junior han hecho que no acabe de hacer buenas migas con ellos, y tan solo tiene relación con Keylor Navas y Ángel Di María, con los que ya coincidió en el pasado en el Madrid.

Florentino Pérez le cierra las puertas a Ramos

Viendo que Ramos puede dejar París, muchos ya especulaban con un regreso al conjunto que dirige Carlo Ancelotti, de donde nunca debería haber salido. De este modo, podría cumplir su sueño, que siempre ha sido el de colgar las botas en Chamartín. Pero Florentino Pérez no le dará el gusto.

Para nadie es un secreto que la buena sintonía que tenían el presidente y el ex del Sevilla se fracturó hace mucho. Y tuvo su último episodio durante su renovación, en la que tuvieron grandes diferencias.

Así que será imposible ver a Sergio nuevamente en la capital de España.