Sergio Ramos destapa las miserias (internas) del Real Madrid

El capitán madridista, pesimista sobre el desarrollo de esta temporada

Sergio Ramos está preocupado. El capitán del Real Madrid detecta muchas cosas negativas en el entorno madridista y tiene muchas dudas sobre el rendimiento del equipo. El defensa internacional cree que el club debió activar una renovación de la plantilla que aplazó tras la conquista de la Undécima.

La pasada temporada fue una temporada con muchos altibajos en el Madrid. Y con muchas tormentas. La sustitución de Rafa Benítez por Zinedine Zidane calmó muchas tensiones. El técnico francés se ganó la confianza de muchos futbolistas, pero algunos males persisten y otros incluso se han agravado (el estado de forma de Cristiano Ronaldo). La Copa de Europa fue el mejor bálsamo para cerrar una temporada muy convulsa.

Ramos avaló la destitución de Benítez. Su relación con Zidane es mucho más fluida, pero quedó descolocado el día que el técnico francés sustituyó a CR7 en Las Palmas. También está preocupado por la situación de James Rodríguez, que no oculta su malestar con Zidane, y sobre todo por la plaga de lesiones que debilita al equipo.

Las ausencias de Modric y Casemiro han debilitado al equipo en los últimos partidos. Ahora, Ramos estará un mes de baja y el futbolista intuye que el calendario pasará factura a un Madrid en el que muchos cracks rozan la treintena y que apenas ha incorporado a Asensio y Morata en el mercado de verano.

Ramos también ha deslizado a personas de confianza su preocupación por la competencia entre Morata y Benzema, y pide tiempo para Asensio y Lucas Vázquez, dos futbolistas con proyección ofensiva que tienen mucha clase pero «todavía están verdes».

Cristiano Ronaldo también ocupa y preocupa a Ramos. El capitán del Real Madrid es uno de los grandes aliados del astro portugués y él mejor que nadie sabe que CR7 tiene problemas crónicos en ambas rodillas que lastran su rendimiento.

La reacción del público del Bernabéu, que pitó al equipo en el último partido de Liga contra el Eibar, tampoco contribuye a calmar los ánimos en el vestuario blanco. Su mejor remedio fue la derrota del Barça en Vigo. Una derrota que alivió los muchos problemas que Ramos detecta a su alrededor.