Sergio Ramos desmonta a Piqué (y al Barça) con el mensaje más cachondo en el Real Madrid

Para algunos ya terminó la temporada. Es el caso del FC Barcelona, que con la conquista este sábado de su 29ª Copa del Rey puso punto y final a una campaña que no ha terminado del todo como esperaban en la capital catalana.

Los culés aspiraban a ganarlo todo este año, pero tendrán que conformarse con el menor trofeo de los tres importantes.

Cara y cruz

Todo lo contrario de lo que ocurre en el Real Madrid. Los blancos todavía no han dicho su última palabra en este curso. De momento han sumado una Liga y ahora tienen el reto de conseguir la segunda Champions League consecutiva, algo nadie ha logrado jamás.

Y es que ambos clubes atraviesan realidades bien distintas. Mientras los culés se encuentran en pleno declive y con la obligación de reiniciar un proyecto fallido, en Chamartín tienen las garantías de tener una plantilla para triunfar a corto/medi/largo plazo.

Y este es precisamente uno de los temas de conversación más candentes en el vestuario blanco.

Lo verdaderamente importante

Los capitanes son los primeros que señalan que, por mucha Copa que gane el Barça, la final que realmente querían jugar los de Luis Enrique es la del próximo sábado. Sergio Ramos sabe que el deseo culé era estar en Cardiff, en el partido que corona al mejor equipo de Europa.

No hace falta más que ver las cerca de 400 personas que anoche se acercaron a la fuente de Canaletes del centro de la ciudad condal. Un número ridículo de aficionados comparados con los miles que abarrotaron la Cibeles en la madrugada del pasado domingo.

Unos datos que señalan perfectamente lo que es la Copa y lo que son el resto de competiciones, aunque los culés se empeñen en dar una importancia suprema a la competición de KO. El capitán lanza una pregunta al vestuario blanco: ¿Quién se acordará de la Copa la semana que viene?