Sergio Ramos desencadenado. Bronca de broncas en el Real Madrid. Tú, tú y tú a la calle

El capitán del Real Madrid Sergio Ramos bajo al vestuario tras la derrota contra el Alavés y no se guardó nada

Sergio Ramos
Sergio Ramos

El Real Madrid sumó este sábado la tercera derrota en la Liga. Un partido que el capitán Sergio Ramos vivió muy metido desde la grada del Alfredo di Stéfano, y en que acabó de los nervios viendo como los blancos eran incapaces de superar la defensa de los de Pablo Machín. Y no se quedó indiferente.

El defensa bajó al vestuario en cuanto sonó el pitido final y Diario Gol tiene constancia de que no se guardó nada. Pocos jugadores escaparon a la bronca del capitán.

Bronca de Ramos al acabar el partido

Ramos lo tiene claro. El que no esté comprometido lo quiere en la calle. Y en el de anoche hubo muchos jugadores poco comprometidos que se llevaron el toque de atención del zaguero.

Casemiro cometió errores flagrantes, mientras que Vinícius volvió a ser ese pollo sin cabeza que desespera a Zidane. E Isco, al margen del disparo al palo en el último segundo, volvió a ser el mismo jugador desidioso de siempre. Pongan atención al saque de falta que ejecuto segundos antes. El balón no llegó ni al área rival.

Rodrygo tampoco aportó nada interesante, mientras que a Modric se le vio más apagado que de costumbre. A Mariano tampoco se le vio muy por la labor de aprovechar la nueva oportunidad de Zidane. Por no hablar de Thibaut Courtois, poco atento al dar el pase en el segundo gol. Problemas de atención algo habituales en el belga. Y si olvidar a Zidane, incapaz otra vez de intervenir y cambiar el rumo del partido.

Los tres señalados de la derrota ante el Alavés

hubo tres jugadores especialmente señalados. Uno de ellos fue Raphaël Varane, que sigue sin dar una cuando le toca liderar la defensa. Se supone que debe ser el heredero de Ramos, pero está más para abandonar el Madrid cuando se vaya Zidane que otra cosa.

Real Madrid-Alavés
Real Madrid-Alavés

Marco Asensio fue otro de los que se llevó el toque de atención. El balear sigue muy lejos del nivel mostrado en el pasado y no se le ve por la labor de recuperarlo.

La tercera nota negativa la puso Marcelo. El brasileño era un caos en sí mismo. Ya no da para cubrir el ataque y la defensa como en el pasado, y el primero gol del Alavés se generó en un córner que provenía de un error suyo.