¿Quién se esconde tras las ofertas mareantes por Leo Messi?

Filtraciones peligrosas para el Barça. Concretamente, para su modelo económico. La cuenta atrás para la renovación de Leo Messi, cuyo contrato expira en 2018, ya ha comenzado. Mientras en los medios deportivos se hacen eco de supuestas ofertas mareantes para contratar al jugador, entre las paredes del Camp Nou se deslizan otros comentarios: ¿De dónde ha salido esto? ¿Quién está detrás?

La respuesta, entienden en el vestuario y en las oficinas del club, se obtiene con otra pregunta: ¿Quién quiere conseguir otra generosa mejora salarial? Es fácil. El clan Messi.

Las fuentes consultadas por este diario coinciden. Para el vestuario, de hecho, no supone ninguna sorpresa. Forma parte de las estrategias negociadoras de los agentes. Así actuó Dani Alves para renovar su contrato, y terminó sacando una prima de cinco millones de euros que fue silenciada. «No conviene que estas informaciones lleguen al vestuario», apuntan desde la directiva.

Mejores relaciones con Soriano

Precisamente, tanto en la junta como en la parcela ejecutiva sí que se han mostrado sorprendidos. No entienden que ahora, de repente, surja una noticia con cifras tan detalladas y tan desorbitadas. Las relaciones entre el Barça y el City han mejorado, a pesar de que Ferran Soriano siempre levantó ampollas entre algunos miembros de la directiva azulgrana. Sobre todo, chocaba con Sandro Rosell y con Javier Faus, dos personas que ya no están en el equipo de Josep María Bartomeu.

Desde el club tienen claro que el City no está dispuesto a pagar 56 millones de euros a Messi. Y también están seguros de que en el supuesto de que la entidad inglesa planease una operación de semejante magnitud, no lo harían por la espalda, sino que antes buscarían un acercamiento con la directiva. No en vano, una cláusula de 250 millones de euros protege al astro argentino.

Llegó la hora de volver a pedir

Los Messi son conscientes de que el 10 azulgrana es intocable en el club y sigue teniendo un nivel de forma envidiable, como demostró ante la Roma. Es el momento de volver a pedir más. Porque llegará un día, y Messi ya tiene 28 años, en que no puedan pedir más.