Piqué tiene un problema (y gordo). Y es en Barcelona (y Shakira está en el lío)

El central culé tiene un problema muy preocupante

De mini vacaciones. Gerard Piqué ha aprovechado el parón por compromisos internacionales para sus asuntos personales. Primero fue visto en el US Open, donde estuvo presenciando algunos partidos del torneo, además de realizar diferentes gestiones institucionales después de que el modelo de la Copa Davis diseñado por su empresa Kosmos fuera el elegido por los organizadores.

Una visita al país norteamericano que el central culé aprovechó para reunirse con sus hijos Milan y Sasha y su pareja, Shakira, que ha hecho una pausa de su gira El Dorado World Tour hasta el próximo 3 de octubre.

Gerard Pique Shakira disney 3

Una escapada que para Josep Maria Bartomeu y compañía es la gota que colma el vaso. Pidió permiso, sí, pero no ven que este sea el momento de marcharse de vacaciones. Un asunto que tiene muy mosqueados a los mandatarios, que hace tiempo que tienen al central en el punto de mira.

La directiva del Barça estalla

Los dirigentes no le perdonan al central que guardara silencio con el “no” de Antoine Griezmann, así como empiezan a estar hartos de sus aires de presidente y sus salidas de tono.

Y es que son demasiadas las veces que el defensa ha pasado por delante de los mandatarios en asuntos de despachos, como en el acuerdo de patrocinio con Rakuten. Tampoco olvidan el famoso “Se queda” que publicó el pasado verano, en una foto junto a Neymar Jr, y que ha sido motivo de miles de mofas.

Todo ello sumado a la pillada de la Guardia Urbana al jugador conduciendo sin puntos en el carnet, lo que indica que el jugador es reincidente al volante. Y es que le se recuerdan varios percances en automóvil.

Lenglet amenaza a Piqué

Pero ojo, el jugador está avisado. En el club no permitirán más actos de indisciplina y cuentan con un arma: Clement Lenglet.

Lenglet, Arthur, Piqué y Luis Suárez | EFE

Su fichaje se produjo para que Ernesto Valverde tuviera en la plantilla a un tercer central de garantías, después de la salida de Yerry Mina, que se marchó al Everton por unos 30 millones de euros después de no convencer a los responsables, y de las continuas lesiones de Thomas Vermaelen, que no ha disfrutado de la continuidad necesaria para convertirse en una pieza clave.

Sin embargo, desde la T4 del Camp Nou ya presionan al Txingurri para que le dé minutos y protagonismo desde ya. Consideran que se los ha ganado mucho más que Piqué, al que ven desconectado desde hace muchas semanas. Y es que Lenglet no es ni Mina ni Vermaelen. El francés ha demostrado ser un relevo de garantías para el centro de la zaga. O espabila, o verá más de un partido desde la banda.