Piqué suelta una verdad terrible al final del Barça-Roma

El central catalán deja a sus compañeros sin palabras

​Gerard Piqué se mostró contento delante de las cámaras al acabar el partido del Barça ante la Roma el pasado miércoles. Los de Ernesto Valverde habían conseguido una importante victoria por 4-1 y el central catalán había sido protagonista con un gol y un excelente encuentro.

Pero una vez se apagaron los focos, el mensaje que envió el defensa en el vestuario fue otro. Piqué no se calló y soltó una verdad incómoda pero muy cierta: jugando así no se gana la Champions League.

Gerard Piqué pone las cartas encima de la mesa

Y es que pese al resultado, las sensaciones no fueron buenas. Que un equipo como la Roma, el tercer clasificado de una liga como la italiana, te ponga tantos problemas en tu campo es síntoma de que algo falla.

Muchos son los que achacan el mal juego de los culés a un problema físico. El equipo está notando ahora la carga de partidos y las piernas ya no están tan frescas. Por otro lado, el planteamiento táctico de Valverde estuvo enfocado más en paliar los peligros del cuadro italiano que de potenciar los del Barça.

El Txingurri no es un entrenador dado a inventos y si puede primero asegurar su portería para luego ir al ataque, lo hace. La alineación de Semedo y Sergi Roberto fue un claro síntoma de que Ernesto quiso asegurar el partido.

Pero lo que está claro es que, ya sea por el once o por el estado físico, lo que Piqué quiso dejar claro es que el equipo necesita dar un paso adelante y volver a la senda del buen juego y la intensidad que tan bien les ha ido durante toda la temporada.

Jugando así el Barça no ganará ni al Liverpool, ni al Bayern, ni al Real Madrid, los tres equipos que mejor están situados de cara a unas hipotéticas semifinales.

Sergio Ramos calienta a Gerard Piqué

Y es que precisamente fue el capitán del Real Madrid quien, viendo el partidazo de los blancos ante la Juventus de Turín, le envió un mensaje a Piqué retándole a encontrarse en Europa.

Sergio Ramos, consciente de que su equipo siempre da un paso adelante en la Champions, quiere encontrarse al Barça y dejar a los culés por los suelos. Algo que, tal y como advirtió el catalán al final del partido ante la Roma, no parece tan descabellado. O en el Camp Nou se ponen las pilas, o cuando llegue un rival duro les pintarán la cara.