Piqué o la reunión secreta con Messi, Luis Suárez y Busquets que termina muy mal

Los capos del Barça mueven ficha

Nervios en el Barça. Tras empatar ante el Girona en el Camp Nou y caer derrotados ante el Leganés en Butarque, los azulgrana han sumado un punto de los últimos seis disputados.

Algo inaceptable si se tiene en cuenta la entidad de los rivales. Así lo entienden los pesos pesados en el vestuario, que ya están moviéndose para revertir una situación que se está volviendo cada vez más peligrosa.

De hecho, en una reciente reunión entre con Gerard Piqué, Leo Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets como protagonistas, pusieron encima de la mesa el nombre que todos consideran culpable de todo. Y ese no es oro que Ernesto Valverde.

El vestuario apunta a Valverde

Y es que jugadores como Piqué, Messi o Busquets llevan muchos años en el Barça y saben que, para ganar títulos y seguir haciendo historia, deben tener en el banquillo a un técnico con mayúsculas. Y el vasco, en su opinión, no lo es.

Entre otras cosas porque el Barça ha perdido su estilo. Los culés ya no juegan a ese fútbol que tantos trofeos les dio no hace mucho y que sirvió para colocarlos en la cima del deporte mundial.

Ahora, con Valverde al mando, se prioriza más el resultado que el juego. Pero el problema es que los resultados tampoco llegan. Sí que al año pasado el equipo se mostró sólido y eficiente, pero las formas no gustaban ni en la grada ni en el vestuario.

Valverde | EFE

Y llegó el desastre de Roma. Un desastre que sigue muy presente en el entorno y que, tras los dos últimos pinchazos ante Girona y Leganés, ha vuelto a aparecer. Los capos están trabajando en la sombra para que Valverde se marche. Quizás no ahora, pero que no tarde mucho.

Cada vez peor

Entre otras cosas porque ya no saben ni a qué juegan. Si Valverde se siente más cómodo con un sistema más defensivo, que lo utilice. Luego ya llegará la hora de rendir cuentas. Pero lo que no entienden en el Camp Nou es que se haya cambiado el sistema para contentar a una parte del entorno y no se haya trabajado tácticamente para ello.

Ahora el 4-3-3 está implantado en la capital catalana, pero con unos matices muy a lo Valverde que no hacen más que liar a sus jugadores y dejar unos espacios en el campo que los rivales, como el Leganés, no perdonan.

Los capos ya están pidiendo la cabeza del Txingurri. Veremos si la situación da un giro y el vasco vuelve a tener su confianza. Parece más que difícil.