Piqué descuelga el teléfono (o el mayor ridículo en el Barça. “Que no se sepa”. Y se sabe)

El central catalán acumula poder a nivel futbolístico y empresarial y lo ha utilizado para tapar un caso polémico en Barcelona

El Barça es un conjunto de despropósitos con difícil remedio. En el plano deportivo, pese a la consecución de un doblete nacional, puede ver como sus títulos quedan en nada si el Real Madrid gana la Champions League.

En el aspecto institucional, el barco va a la deriva. Por un lado la directiva contradice su apuesta de gastar millonadas por jugadores que no han sido relevantes hablando de “otros equipos que ganan a golpe de talonario”. Por otro, no consiguen fumar la pipa de la paz con sus propios jugadores.

Tras haber dado cientos de rodeos con la negociación de Andrés Iniesta, Josep Maria Bartomeu logró que firmara una renovación vitalicia que ahora ha quedado en nada. El manchego tomó la decisión de irse y su salida, sin embargo, sólo ha sido posible gracias a Gerard Piqué.

El central catalán cada vez acumula más poder dentro del club azulgrana, y el caso de la marcha de Iniesta es una nueva muestra. Tuvo que descolgar el teléfono para arreglar el futuro de su compañero, y fue claro al hacerlo: “Que no se sepa”.

Iniesta tenía hecho el acuerdo con el Chongqing Dangdai Lifan, que le ofreció 27 millones netos por temporada y la compra de seis millones de botellas de vino de su marca.

El padre del futbolista, no obstante, quiso apretar aún más en las negociaciones, y acabó truncando la operación. De repente, el manchego se vio compuesto y sin novios. Y es cuando apareció Piqué.

Ante la inacción del Barça para facilitar una salida digna a uno de sus referentes, el central volvió a ser el salvador del club. Igual que trajo a Rakuten al Barça para ser uno de los patrocinadores principales, lo hizo para escoger nuevo destino para Iniesta.

El propietario de Rakuten, Hiroshi Mikitani, conoció a Piqué a través de los negocios de videojuegos del futbolista, y también por el patrocinio firmado con Shakira. De esa buena relación salió la llamada que instó al japonés a fichar al español para su equipo, el Vissel Kobe, y Mikitani no dudó.